La Comisión Europea ha solicitad a los países miembros recortar un 15% su consumo de gas de forma voluntaria, hasta la próxima primavera, una medida que Bruselas quiere poder imponer de forma obligatoria en caso de alerta para la seguridad de suministro y que España rechaza, principalmente porque no se le ha solicitado "opinión previa".
"No podemos asumir un sacrificio sobre el que ni siquiera nos han pedido opinión previa", dijo en rueda de prensa la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que cree que la idea "no es necesariamente la más eficaz, ni la más eficiente, ni la más justa", según declaraciones recogidas por NIUS.
Ribera tampoco acepta que se impongan reducciones a la industria y asegura que "las familias españolas no van a sufrir cortes de gas ni luz en sus casas". Además, recalca que España "no ha vivido por encima de sus posibilidades energéticas".
Y como parte de su plan, la Comisión Europea invita a una reducción del consumo energético de los edificios y hogares, como reducir un grado la temperatura del termostato o utilizar menos agua caliente, unas medidas que el Gobierno de España cree "poco efectivas".
El plan del Ejecutivo comunitario insta a que se incentive a través de las ayudas de Estado que tanto la industria como las empresas de producción de electricidad cambien sus combustibles habituales por fuentes alternativas como la energía solar, la biomasa de origen sostenible o el biometano procedente de deshechos, así como el uso de oxígeno en lugar de gas en algunas instalaciones industriales, según LA INFORMACIÓN.
Como parte de su plan de contingencia, la Comisión Europea invitará a una reducción del consumo energético de los edificios y hogares, de tal manera que propondrá reducir un grado la temperatura del termostato o utilizar menos agua caliente.