En la cercanía de la frontera con Portugal y en varios parajes de los Arribes, la flor del almendro ya está dando imágenes de verdadero alivio tras meses de frío, nieve, lluvias y mal tiempo.
Ayer las abejas de la zona ya tenían varios árboles, donde libar ese néctar tan preciado que dará lugar al inconfundible y preciado tesoro de la miel.