Cada vez es más frecuente encontrar en tu supermercado habitual estanterías enteras en donde prima el verde. Las marcas aprovechan un color tan natural como el de las hojas de los árboles para camuflar sus productos como healthy cuando, en muchas ocasiones, no es más que un reclamo publicitario y sus características no son tan saludables. Esta técnica es especialmente explotada en los artículos con estevia, tal y como denuncia un estudio realizado por la firma de referencia en el ecommerce de fit-food saludable, FITstore.es, en el que se analiza productos con el edulcorante de moda.
Un packaging con tonalidades verdes con la palabra estevia en grande para atraer al consumidor a una solución que se vende como una alternativa saludable al azúcar tradicional. Pero, ¿qué hay detrás de este marketing agresivo de estevia? Pues la realidad es que hay una gran farsa ya que los productos adornados con esta apariencia distan mucho de estar compuestos con el porcentaje de Stevia que inicialmente se puede esperar.
Lo que realmente comercializan en la mayoría de los casos es extracto de estevia (E960), y no tiene nada que ver con la hoja natural de esta especie nativa de la región tropical de Sudamérica. Este extracto constituye un glucósido de esteviol que posteriormente se mezcla con otros edulcorantes como el maltitol, mucho menos saludables que la planta sudamericana original.
Los beneficios de la planta natural parten de su bajo contenido calórico y sus propiedades antioxidantes para ayudar a reducir la inflamación y las hinchazones y regular la presión arterial en personas con hipertensión. Sin embargo, los glucósidos de esteviol que se atribuyen estas propiedades incorrectamente distan mucho de la realidad.
De hecho, hasta la OMS ha desaconsejado el consumo de este tipo de edulcorantes para controlar el peso corporal y advierte del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 si se consumen a largo plazo. Sin embargo, este mensaje de la organización nace de un alarmista “informe” de varias decenas de páginas que parece señalar a los edulcorantes como los responsables de que sus consumidores no pierdan grasa cuando esto también es incorrecto puesto que dicha comunicación está infundada en una causalidad inversa como ya indicó la firma de referencia también en sus redes sociales: claro que se puede mantener una dieta equilibrada con un consumo equilibrado de edulcorantes.
Entrando un poco más en cuestiones técnicas y como explica el estudio de FITstore.es, los glucósidos de esteviol son aproximadamente 300 veces más dulces que el azúcar, por lo que se utilizan un agente de carga (en los ejemplos: maltodextrina, dextrosa o eritritol) para dar volumen y luego añadir el edulcorante de intensidad (la estevia) para que parezca más natural.
Sin embargo y como indica la imagen que acompaña el texto, en el mejor de los casos, la concentración de estevia no supera el 3,5% de su composición en productos que se venden como estevia y con packaging verde. Esto lo único que hace es engañar al consumidor tratando de hacerle creer que compra un producto natural que es una alternativa saludable al azúcar y esto no tiene por qué ser así.
“Por hacer una comparativa, el marketing que hacen las marcas con la estevia es como si a una pechuga de pavo con ingredientes `pechuga de pavo 99% y sal´ se etiquetara como `sal de mesa´ por tener un 1% de sal. Es incierto, en esencia es pavo.” denuncia Luis Cañada, fundador de FITstore.es.
Esta publicidad engañosa se replica en otros productos que contienen estevia como algunos chocolates, que tan solo contienen un 0,02% de estevia pese a que en los envases indica a bombo y platillo que el postre ha sido elaborado “con edulcorante extraído de la planta stevia”. Los alimentos anunciados con este edulcorante desdibujan así una fachada de productos naturales como reclamo comercial a pesar de estar muy alejados de proporcionar su sabor gracias a la propia planta.