jueves. 28.03.2024
Anciana. Fotografía de archivo
Anciana. Fotografía de archivo

El tiempo estable y las altas temperaturas que se están viviendo en España esta primavera animan a la población a disfrutar del aire libre y a realizar actividades fuera de casa. Con los niños aún en el colegio, el grupo de edad que dispone de más tiempo para disfrutar del ocio fuera del hogar es el conformado por los mayores de 65 años, que abarca a más de nueve millones de españoles. 

Este aumento de actividad al aire libre, pese a ser muy beneficioso para la salud física y mental de este colectivo, tiene una parte menos amable y es que las desapariciones de personas mayores o con dificultades cognitivas aumentan en los meses de verano, según datos de la asociación SOS Desaparecidos.  

En 2021 se interpusieron 22.285 denuncias por desaparición, según el Informe Anual del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES). De las alertas publicadas en la web del CNDES, un 7,6 por ciento corresponde a personas mayores de 65 años. Afortunadamente, el 70% de las desapariciones publicadas en dicha web se resolvieron en los primeros 14 días. 

Para prevenir este tipo de situaciones, cada vez son más los cuidadores que buscan dispositivos dotados con GPS para conocer el paradero en tiempo real de sus seres queridos. Como explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily, la empresa española líder en smartwatches con GPS, “la demanda de relojes con GPS y botón de SOS aumenta paulatinamente con el cambio al horario de verano hasta alcanzar su máximo en los meses de verano, cuando el buen tiempo anima a las personas mayores a pasar mucho tiempo fuera de casa”. Otra causa es el desplazamiento familiar a lugares de vacaciones que provoca desorientación en muchas personas al cambiar los escenarios en los que se mueven habitualmente por otros nuevos.

El perfil del usuario medio de los smartwatches con GPS son personas mayores y dependientes que viven solos o pasan gran parte del día solos y disfrutan de la suficiente autonomía como para salir de casa o desenvolverse en su hogar sin grandes dificultades. “Para los cuidadores, ya sean los hijos u otros allegados, o incluso instituciones que se encargan de velar por la seguridad de los usuarios, es muy reconfortante saber que esa persona está localizada en todo momento y que el reloj controla algunas de sus constantes vitales como el pulso, la presión arterial o el oxígeno en sangre”, añade Jorge Álvarez.
 
Este tipo de dispositivos incluye, además de llamadas y videollamadas, un botón de SOS y un aviso de caídas. “El objetivo es mejorar la autonomía y la seguridad en el día a día de las personas mayores mientras se favorece la conciliación de la vida laboral y personal de los cuidadores”, concluye Jorge Álvarez.

Con el calor aumentan las desapariciones de personas mayores y dependientes