A pesar de las gélidas temperaturas que han llegado para quedarse en Zamora y en la provincia, un flujo constante de visitantes ha llegado a Zamora, dispuestos a descubrir la riqueza cultural y la historia de esta ciudad castellana.
El termómetro ha descendido por debajo de los 0 grados. Sin embargo, esto no ha disuadido a los turistas, quienes ansiosos por sumergirse en el encanto medieval y la herencia arquitectónica de la zona, han inundado las calles.
Entre los destinos más codiciados se encuentra el centro histórico, con sus imponentes murallas y sus callejones empedrados que narran siglos de historia. Los visitantes, abrigados hasta las orejas, recorren la Catedral, la Iglesia de San Juan, y los museos que resguardan los tesoros artísticos de la región, entre otros lugares.
Con el fervor turístico desafiando al frío, Zamora se afianza como un destino de interés, invitando a quienes se aventuran a adentrarse en sus calles a descubrir la magia que encierra esta ciudad milenaria.
También, Zamora, cuenta con una gran iluminación navideña, que por la noche, es digna de ver y de disfrutar.