Tomás, Nini, Carlos, Tinin... son cuatro de los incombustibles que con este que les escribe han sido de los primeros en disfrutar de una mañana de Cristo de Valderrey atípica donde las haya.
Zamora se dispone a celebrar este segundo domingo de Pascua con la impronta de un Cristo de Valderrey que hoy no salía de la Iglesia del Espíritu Santo como de costumbre a las 9:30 de la mañana como es tradición.
Los romeros de primera hora han sido numerosos pero siempre con la dichosa mascarilla que deja un año más un problema a la hora de respirar el aire puro de la pradera. Sin casetas, sin jarras, ni rosquillas, tampoco dulzainas ni flautas ni gaitas ni tambores, con un ambiente gris pero con muchas ganas de que todo acabe.
Los cuatro incombustibles no han empezado como de costumbre portando al Cristo, eso si aguardiente y aperitivos si había en sus mochilas. Aguardiente de guindas especial, puesto que esa botella tenía 10 años de solera y un recuerdo especial de los padres de uno de ellos que fueron los que lo embotellaron. Las mascarillas este año del Cristo tenían también su aquel y Persianas Sanabria como patrocinador.
Sin más que cielo gris, viento del oeste y de vez en cuando alguna gota de lluvia, los romeros seguirán llegando hasta el Cristo, alguno para comerse el "bocata" en la pradera, pero sin más fiesta que no es poca que la de estar vivos. Dar gracias a los cuatro incombustibles, por el "ratico", el aguardiente y la buena compañía, que el año próximo podamos hacer ese directo ansiado de la salida del Cristico desde la Iglesia y después que todo fluya de nuevo, las casetas, la música y la primavera. Que así sea.
