Entrañable la sonrisa del señor Paco, un hombre que rebosa vitalidad en su 102 aniversario que celebraron ayer con sus familiares. Un hombre que ha pasado desde su nacimiento por una enorme cantidad de vicisitudes pero que hoy en día y con su filosofía ha dado con la chispa de la vida que no es la de coca cola precisamente sino la de la alegría y el no enfadarse nunca.
Pocas veces o ninguna hemos visto los que conocemos al señor Margarida enfadado, o con cara de pocos amigos, toda una vida de felicidad o de sonrisa amable y alegre para evitar las jornadas de pesimismo y dolor, que también los hubo por supuesto.
El abuelo Margarida vivió la guerra, la posguerra, los años de Franco, la transición, el golpe del 23 F y como no una pandemia de la que ha salido airoso gracias también a los cuidados de sus hijos y familia que lo han tenido "en palmitas".
Día ayer de celebración en casa de los Margarida que mantienen al abuelo con un aspecto increíble con la cabeza en su sitio y con esa sonrisa pícara que le caracteriza, hoy desde este diario le felicitamos por cumplir 102 años y un día de positivismo y sobre todo de más que buen humor.
Que cumpla usted otros 100 con ese aspecto y siga dándonos jornadas de cariño y amabilidad.