Buñuelos, huesos de santo y reunión familiar: Zamora saborea la tradición de Todos los Santos
🍬 Huesos de santo: el dulce que revive a los muertos
No hay Todos los Santos sin huesos de santo, un dulce centenario elaborado tradicionalmente con mazapán y relleno de yema, aunque hoy encontramos versiones de café, chocolate, trufa, limón o naranja. En Zamora, las pastelerías exhiben estos pequeños cilindros como si fuesen joyas del obrador.
Su historia se remonta a siglos atrás, y cada año parece renovar su lugar en el corazón —y en la mesa— de los zamoranos. Su precio ronda los 24 €/kg, pero en estas fechas nadie quiere quedarse sin probarlos.
☁️ Buñuelos de viento: cuando la tradición se hace bocado
Los buñuelos de viento, esponjosos y rellenos de crema, nata o trufa, son otro clásico del puente. Su nombre no es casual: la masa se infla al freírse, dejando un interior casi hueco… o mejor dicho, listo para ser conquistado por el relleno.
En Zamora son objeto de culto repostero, y cada año las pastelerías compiten en textura, tamaño y suavidad, provocando peregrinaciones gastronómicas comparables —en broma y verdad— a una procesión dulce.
🌰 Castañas: humo, brasas y otoño
Otro protagonista silencioso es la castaña, cuyo precio se ha disparado esta campaña superando en algunos puestos los 7 euros/kg. Aun así, la tradición resiste: las primeras castañeras ya asoman tímidamente en Santa Clara, con su brasero y su cono de papel, anunciando que el otoño ha entrado oficialmente en escena.
El aroma a castaña asada es, probablemente, uno de los olores más nostálgicos de estas fechas.
👪 Volver a casa
Pero si hay algo característico de Todos los Santos es el regreso familiar.
Miles de desplazamientos recorren España para:
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visitar tumbas,
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adecentar lápidas,
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llevar flores,
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compartir sobremesas,
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y, sobre todo, recordar juntos.
Porque la ausencia pesa menos cuando se comparte.
🕯️ Zamora: tradición que no caduca
Junto al dulce y la familia, Zamora sostiene con firmeza rituales que en otros lugares ya han desaparecido:
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la Procesión de Ánimas, rezando el rosario entre tumbas a la luz de antorchas,
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el homenaje militar a los caídos,
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y la representación de Don Juan Tenorio en el cementerio, ambientando la noche con versos inmortales sobre vida, muerte y perdón.
Un repertorio cultural único en España que convierte el puente en una experiencia sensorial y espiritual.
🥣 Recetas que se heredan
En muchas casas zamoranas, estos días se desempolvan apuntes familiares:
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buñuelos caseros fritos en cazuela vieja de hierro,
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huesos de santo artesanales con yema cocida,
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pucheros de cuchara que entibian la cocina,
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y cafés eternos de sobremesa.
La gastronomía actúa como codificación emocional, recordándonos que cocinar es celebrar.
✨ Entre lo dulce y lo eterno
Las calles huelen a flores, pastelería, humo y memoria. Es tiempo de escuchar anécdotas repetidas, de mirar fotos antiguas, de sonreír a quien falta a través de quien queda.
En Zamora, Todos los Santos no es un día cualquiera: es tradición y azúcar, respeto y sobremesa, cementerio y casa, ayer y hoy. Ahhh y también calefacción antes el 1 de noviembre era el día en el que las calefacciones centrales arrancaban su temporada.
Y mientras los buñuelos desaparecen de la bandeja con la velocidad de un suspiro, la ciudad recuerda algo esencial: solo muere quien es olvidado.