Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, los postres frescos y ligeros se convierten en los protagonistas de nuestras mesas. Entre ellos, el mousse de limón destaca por su sabor refrescante y su preparación sencilla, ideal para quienes buscan un postre rápido y delicioso para combatir el calor.
El mousse de limón es un postre cremoso que combina la acidez natural del limón con una textura ligera y esponjosa, perfecta para terminar una comida o disfrutar en cualquier momento del día. Además, su elaboración no requiere horno ni ingredientes complicados, lo que lo hace accesible para todos los niveles de cocina.
La receta básica incluye limón, nata montada, azúcar y gelatina o claras de huevo, ingredientes que se mezclan para conseguir una textura suave y aireada. Su frescura y sabor cítrico lo convierten en un postre refrescante que ayuda a sobrellevar las altas temperaturas del verano.
Otra ventaja del mousse de limón es que puede prepararse con antelación y mantenerse en la nevera hasta el momento de servir, lo que facilita su organización para celebraciones o comidas familiares.
- Instrucciones:
- Si usas hojas de gelatina, ponlas en agua fría durante 5 minutos para que se ablanden. Si usas gelatina en polvo, hidrátala en un poco de agua fría según las instrucciones del paquete.
- Calienta un poco del jugo de limón (unas 3-4 cucharadas) en un cazo sin que llegue a hervir. Retira del fuego.
- Añade la gelatina hidratada al jugo de limón caliente y remueve bien hasta que se disuelva completamente.
- En un bol grande, mezcla la leche condensada, la leche evaporada y la ralladura de limón.
- Añade la mezcla de gelatina y jugo de limón al bol y mezcla bien para integrar todo.
- Vierte la mezcla en vasos o un recipiente grande. Lleva al frigorífico al menos 4 horas, o hasta que cuaje.
