Una nueva jornada de cena maridaje de celebraba en el Restaurante la Flaca en sus jueves de Maridaje. En esta ocasión eran los caldos de la Bodega Rejadorada los que hacían de anfitriones en esta nueva entrega de vino-plato.
La selección de caldos de Rejadorada aterrizaban en la Flaca este jueves como ya lo hicieran en pasadas ediciones. Una bodega de la DO toro que también posee caldos encuadrados dentro del a DO Rueda. Con un verdejo se inciaba la cata maridaje que marcaba el comienzo de otra exitosa cena regada con verdaderas exquisiteces para el paladar y que mezcladas con la alta cocina del restaurante hicieron las delicias de los comensales de la noche del jueves.
Viñas en vaso, que dan la particularidad más aromática al verdejo pero sin tanto rendimiento, en y de viñas de Olmedo, era el vino elegido como inicio de una cena maridaje que vuelve a ser un éxito en la Flaca. El Verdejo muy tradicional acaba de fermentar de forma mucho más sutil y que aunque más rápido y con un toque de turbidez mucho más glicerico y más vegetal con matices, hizo del aperitivo un verdadero lujo. Para el plato el chef elegía un pollo asado con queso de cabra helado que sorprendió por su textura y mezcla de frío-templado.
Los viñedos de 20-40 años que transmiten mucho en cada copa, seis meses en barrica dan alguna nota de fruto rojo maduro con un sabor amable tras el paso por las papilas gustativas. Un vino este segundo de la noche Rejadorada Roble que está mucho más tiempo en el viñedo que en la bodega y que marida con carnes y quesos semicurados. En este caso con una ensalada de bacalao, tomate y gajos de mandarina que volvía a sorprender por la frescura y sencillez.
Novellum era el tercero de la tinta de Toro que pasada por mesa de selección y envejecido en barricas distintas con maderas complejas, cierran al paladar este exitoso vino conocido por muchos de los comensales yque hoy hablaron de que "esto es un vino". Para su maridaje un humus de guisantes, cecina, anchoa y alcachofa que dejó con ganas de más a los degustadores.
Llegaba el cuarto el de Antona García. Un vino con la historia medieval de la unión de los nobles con el Garrote bil para ella y la Reja de oro que ahora es la leyenda de la reja dorada. Para maridar con un taco de lechazo confitado que mejor probarlo ante una explosión de sabor y enriquecimiento gustativo general. 
Y por fin el vino Sango el hermano mayor del crianza. Un vino elaborado con viñedos de 70 a 102 años con el envejecimiento en barrica de roble francés durante 18 meses. Intenso en nariz y que evoluciona al airearse. Un vino que marida perfectamente con carnes rojas y quesos curados, aunque fue el que dio fin con un agradable batido de tiramisú a una nueva jornada de vino y evolución gastronómica acompañado por explicaciones sencillas y efectivas además de ser compartido con gentes de diferentes gustos y condiciones sociales que engrandecen aún mas las cenas maridajes que cada jueves de este mes de febrero tiene la Flaca.
