Hay dos clasificadores, el médico y el técnico. Uno de los clasificadores nacionales es Ángel Luís López, clasificador grado 1 a nivel nacional. La gente puede reconocer más fácilmente a Ángel por ser el padre del destacado palista extremeño Marlon López, del equipo Promesas paralímpicas Verallia.
Para pasar la clasificación, se han de cumplir los criterios mínimos exigidos, y posteriormente se específica en que clase encaja. En adaptado físico, hay 10 clases, de la 1 a la 5 son para personas con sillas de ruedas y de la 6 a la 10 por discapacidades a nivel de piernas o brazos. Más grado de discapacidad, menor es la clase del palista. En adaptado no hay categorías por edad.
Para optar a la clasificación y a la obtención de clase se han de presentar los informes médicos y hacer unas pruebas en mesa para saber el grado de movilidad. En primer lugar, como puede hacer el Topspin y el backspin; la capacidad de precisión al colocar la bola; la velocidad de golpeo de la pelota, el movimiento y desplazamiento lateral; y por último la funcionalidad/legalidad del servicio.
Este año en Zamora se ha clasificado a 14 jugadores pero en otras ediciones son casi el doble los que se han presentado.