En Zamora, dos veletas han trascendido su función decorativa para convertirse en emblemas de la ciudad: El Peromato y La Gobierna. Estas piezas tienen un origen histórico ligado a la arquitectura local. El Peromato, una figura de caballero medieval que porta la Seña Bermeja, coronaba la torre de la iglesia de San Juan de Puerta Nueva, en la Plaza Mayor. Por su parte, La Gobierna, representación de la fama con una trompeta y las llaves de la ciudad, se encontraba en la torre sur del puente de Piedra.
Ambas veletas son reflejo del patrimonio cultural zamorano. Hoy en día, se conservan en el Museo Provincial de Zamora, donde su significado sigue vivo en el imaginario popular. El Peromato, además, dio origen a la frase "ya está vuelto el Peromato", usada para señalar un cambio de opinión o de decisión. Esta expresión, muy arraigada entre los zamoranos, refuerza la relevancia simbólica de la figura en la vida cotidiana de la ciudad.

En 1992, el escultor zamorano Antonio Pedrero rindió homenaje a estas veletas mediante esculturas modernas que se instalaron en el Puente de los Tres Árboles. Allí, las reinterpretaciones de El Peromato y La Gobierna perpetúan su legado histórico. Estas obras no solo mantienen viva la memoria de las originales, sino que también conectan el pasado con el presente, integrándose en el entorno urbano como elementos de identidad cultural.
La trascendencia de estas figuras queda plasmada en el refranero zamorano con la popular copla: "Tres cosas tiene Zamora que no las tiene Madrid: Pero Mato y La Gobierna y el paseo de San Martín".