El Carnaval en Zamora arrancó en Zamora con una sesión de murgas en el Teatro Principal. Este año, se ha presenciado un incremento significativo en la participación de grupos de murgas, con un total de cinco que iluminaron el escenario del Teatro Principal con su talento y creatividad. De estos grupos, tres cuentan con más de diez participantes, mientras que dos se han destacado en la modalidad individual, añadiendo una variedad única al evento.
Desde romanceros hasta murgas, tanto en solitario como en grupo, salieron a escena con el objetivo de arrancar sonrisas y carcajadas entre los zamoranos que colmaron el Teatro Principal. Sin embargo, más allá de la diversión, estas actuaciones han llevado consigo un mensaje profundo y crítico, abordando temas sensibles que resuenan en la sociedad actual.

La sesión inaugural, presentada por Perra de Satán, comenzó con el romancero gaditano de Víctor López, quien cautivó al público con su romance 'Este año vengo con un objetivo'. A continuación, las Candilejas hicieron las delicias del público con su propuesta titulada 'Las que no deben ser nombradas'. Los Pobladores, por su parte, rindieron homenaje a Mariquince. Además, su propuesta destacó temas locales y políticos nacionales, recordando a figuras como Nicanor y Ricardo Flecha.
El show continuó con Nora Artacho y 'Fin del mundo'. También con Los Veletas, que regresaron al Teatro Principal después de cuatro años, con una propuesta que enfrentaba a tunos contra mariachis. El broche final lo puso la entrega de premios otorgados a las murgas participantes, reconociendo su talento y dedicación; 'Los Veletas' fueron galardonados como los más divertidos, mientras que 'Candilejas' se llevó el premio a la mejor letra zamorana.

El reconocimiento al mejor vestuario fue para 'Los Pobladores', consolidando su posición como un grupo innovador y creativo. Finalmente, 'Los Veletas' fueron nombrados como la mejor murga de la noche, destacando su capacidad para entretener y provocar reflexión con sus actuaciones. A través de las murgas, los zamoranos pudieron disfrutar, reflexionar y conectar con temas importantes que afectan a la sociedad, demostrando una vez más el poder del arte para generar cambio y conciencia.