
El Lago de Sanabria o Las Arribes del Duero podrían ser los destinos que más información demandan los turistas, pero también hay interés por otros destinos, como el Centro del Lobo Ibérico "Félix Rodríguez de la Fuente", un recurso educativo y de dinamización socioeconómica ligado al Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León.
Los turistas que "vienen de fuera" como Santander, Valladolid o País Vasco, "piden consejos para visitar la capital, pero también la provincia. El que va a hacer un viaje de naturaleza también quiere visitar algo artístico o gastronómico", ha explicado Anca Tirlea, informadora turística en el stand de Zamora en la Feria de Ecoturismo de Castilla y León.
Otro de los puntos estrella de la provincia es la "Ruta del Vino" donde el visitante puede descubrir territorios únicos envueltos en la cultura enológica entre viñedos, con catas y degustaciones en bodegas tradicionales. Enclavado en el área de influencia del Río Duero, la Tierra del Vino se extiende a lo largo de una superficie de casi 1.800 kilómetros cuadrados repartidos en 56 municipios que se adentran al sur en la provincia de Salamanca y van más allá de la ciudad de Zamora al Norte.
"El interés también se ha despertado por la Meseta Ibérica, la gente pregunta porque son muchos productos y tienen muchas rutas", ha indicado Tirlea. La Reserva engloba una amplísima superficie a lo largo de la frontera entre Zamora, Salamanca y Portugal. Tanto la parte portuguesa como la española incluye una gran variedad de paisajes con una elevada riqueza de elementos orográficos, y una heterogeneidad marcada en la ocupación del suelo, que en conjunto constituye una matriz riquísima de elementos paisajísticos.
Debido a su enorme tamaño engloba a un elevado número de ecosistemas y especies representativas con una gran diversidad biológica. El área también incluye el patrimonio construido que se remonta a la época romana y la Edad Media.
En lo que respecta a la capital, los turistas se interesan por la observación de aves o los paseos por el Duero, también por "la libélula, que llega como novedad". Disfrutar de la vegetación es un privilegio que no tienen muchas otras ciudades. Cada primavera, a las orillas del Duero, emergen libélulas que con sus colores, delicadeza y movimientos en el aire llaman la atención de todos. En la ciudad de Zamora se ha registrado la presencia de 14 especies, siendo ocho caballitos y seis libélulas, lo que supone un 18% de las 80 especies registradas en España.