Cultura / Turismo
Don Sancho los coros y danzas de Zamora
La Plaza de la Catedral de Zamora es el escenario perfecto e idóneo para un FIF que cumple 20 años. Un festival que vende cultura a raudales y que gracias a Don Sancho a Antonio Martín su director y todo el conjunto de la familia Don Sancho hacen de Zamora un entramado cultural y enográfico grandioso.
El festival internacional de Folklore (FIFZAMORA) arrancaba en la capital puntualmente, las 20:30 horas, un público con muchas ganas de floclore de otros lares abarrotó una Plaza de la Catedral que está acostumbrada a multitud de actos, pero en este caso el lucir como luce es todo un privilegio.
La diversidad cultural a través de la música y la danza es la excusa más importante y el poder conocer tanto las actuaciones locales de Zamora que abrieron la velada con danzas tradicionales que resonaron con orgullo entre el público, como las preparadas para el primer día fueron un verdadero lujo en una noche que al final se quedó fresca.
Panamá fue el segundo grupo tras ver las evoluciones de Don Sancho que siempre tienen una estupenda acogida y fueron aplaudidas a rabiar, ya que aunque son los anfitriones también demuestran su inequívoca vocación de traslado de lo nuestro a otros paises como nos tienen acostumbrados. El grupo Elsa Stella Real deslumbró con sus trajes adornados en oro el blanco y el colorido de estos magos de la fiesta panameña llevaron en sus no más de 10 minutos de actuación a calentar manos y cuerpos en una noche que se tornaba fresca. Los ritmos y movimientos típicos del país centroamericano captaron la atención de los asistentes, que aplaudieron cada actuación. El colorido y la riqueza cultural marcaron el tono de la noche.
Los terceros en la actuación del viernes han sido los Croatas, representados por el grupo Jedinstvo, que trasladó a los espectadores a las costas del Mar Mediterráneo con sus danzas precisas y trajes elegantes, las sonrisas de las chicas fueron todo un lujo en una actuación genial y marcada por una gran sensación de traslado a una tierra que tiene mucho que ver con nuestra cultura y tradiciones. El público que admiró la historia y la gracia del folclore croata no dejó de aplaudir a los temas que bailaron para los más de 1800 espectadores que se quedaron sin sillas en la Plaza de la Catedral.
Los malayos del grupo Badan Budaya Unimas, cuya danza elegante y ceremoniosa sorprendió a la audiencia. Los movimientos delicados y la música envolvente ofrecieron una experiencia única, mostrando una parte fascinante de la cultura asiática que cautivó a los presentes. Las mujeres y los hombres de este grupo ofrecieron un espectáculo mágico y exótico, sus pequeñas tallas nada tienen que envidiar a los fascinantes movimientos de manos con una estética más que cuidada.
El Ballet Nacional de Kosovo, Shota, hizo otra de las actuaciones más esperadas, subieron al escenario para desplegar una muestra de su impresionante técnica y tradición balcánica. Con potentes movimientos y música más que rítmica y agradable el grupo conectó emocionalmente con el público, que respondió con grandes ovaciones a su complejos bailes y a su autenticidad regional, su bandera ondeó en señal de identidad tanto coreografica como etnica ya que los kosovares siguen siendo un pueblo con identidad propia por muchas guerras y conflictos que haya habido años atrás en aquellas tierras en las que soldados españoles también murieron en misiones de paz.
Y llegó Brasil como cierre de una noche fresca pero que calentó el grupo La Alegría. Tanto hombres como mujeres del grupo hicieron levantar de los asientos a los espectadores y terminaron la noche bailando a ras de suelo. El ritmo vibrante y colorido llenó la plaza de energía, no todo es salsa y samba en Brasil sino que también las danzas típicas brasileñas del interior y de la zona más amazónica, contagiaron al público, que se movía al compás de la música.
La actuación puso fin a una velada donde la diversidad cultural fue la verdadera protagonista y el grupo Don Sancho el organizador del FiF Zamora que en su 20 edición ya puede decir que ha sido un éxito sin paliativos, en la organización, en la asistencia de público y en la repercusión mediática. El folclore vende en Zamora y gusta conocer otras culturas y sobre todo gracias a una elección magistral de tanto Antonio Martín como de el grupo Don Sancho.
