Escuela en Danza convierte el Ramos en escenario de inclusión, arte y emoción

Más de 500 escolares de 25 centros educativos de Zamora participan en el mayor encuentro de danza infantil de la provincia
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El Teatro Ramos Carrión se ha llenado hoy de vida, ritmo y emoción con la inauguración de una nueva edición del programa Escuela en Danza, un proyecto educativo que convierte la danza en un vehículo de expresión, inclusión y trabajo en equipo.

El evento, organizado desde el seminario de danza del Centro de Formación del Profesorado (CEFIE), cuenta este año con la participación de 25 colegios, 500 alumnos y 60 docentes, que han preparado durante semanas sus coreografías con entusiasmo y compromiso. La propuesta se envía cada mes de septiembre a los centros educativos para que puedan integrarla en su programación anual.

Cada grupo participante elige libremente el estilo musical y de danza con el que quiere participar, con un límite de 25 niños por centro. El resultado es un colorido mosaico de ritmos que va desde el reguetón y el electrolatino —favoritos entre los más jóvenes— hasta danzas tradicionales, músicas del mundo o popurrís de canciones conocidas.

Un escenario para todos: integración y diversidad

Uno de los pilares de Escuela en Danza es la inclusión educativa. En el escenario se dan la mano niños y niñas de diferentes capacidades, incluyendo un elevado número de alumnos con necesidades educativas especiales, que acuden acompañados de sus cuidadores y profesionales de apoyo. Centros como El Castillo participan cada año, consolidando este encuentro como un referente en integración.

“Creemos que la danza es un medio para incluir a todos”, afirmaron los organizadores, que valoran este proyecto como una herramienta para fomentar el trabajo en equipo entre alumnos, docentes y familias. La preparación de las coreografías se realiza tanto dentro como fuera del horario escolar, y se implican docentes de música, educación física y tutoría.

Novedades, regalos y una coreografía mágica

Como novedad este año, se ha contado con la actuación inaugural de un grupo invitado: el alumnado de la especialidad de expresión corporal del grado de Magisterio. También hubo actuaciones en directo, como la de los tamborileros de Fermoselle, que pusieron banda sonora tradicional al encuentro.

Además, los niños participantes se llevan a casa un recuerdo especial: una mochila, una bolsa y chapas conmemorativas, gracias a la colaboración de Caja Rural. El evento culmina con una espectacular coreografía final con barritas de luz, en la que se apagan las luces del teatro y todos los profesores salen al escenario a bailar, creando un momento verdaderamente mágico.

Aforo completo… pero sin público externo

Como cada año, el evento completa el aforo del Ramos Carrión, aunque lamentablemente no es posible abrirlo al público general ni a las familias por razones de capacidad. “Nos encantaría que pudieran venir, pero es imposible”, lamentaron desde la organización.

El encuentro cuenta con el respaldo de la Dirección Provincial de Educación, que ha apoyado el proyecto desde sus inicios, así como con la implicación de instituciones, docentes y voluntarios que hacen posible cada edición.

“Queremos acercar la danza a los niños y los niños a la danza, fomentando la expresión, la creatividad y el respeto desde edades tempranas”, concluyeron.

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