La entrañable cofradía del Cencerro celebra su 60 aniversario sin salida a la calle a cuenta de la COVID-19

Ángel Centeno un hombre zamorano de pro como pocos, nos cuenta a sus 81 años como ideó esta tradición que cumple 60 eneros este 17 del presente mes de enero.
HERMANO BURRO MAYOR ÁNGEL CENTENO
photo_camera HERMANO BURRO MAYOR ÁNGEL CENTENO

Hablar de Ángel Centeno es hablar de historia viva de la ciudad. Habilitado de clases pasivas y hombre de Semana Santa, de Cofradías y Hermandades desnuda para Zamora News la historia de una cofradía que alegra a la ciudad cada 17 de enero y que promete que el año próximo si la cosa pinta de otra manera nadie podrá dejarles sin el homenaje a los animales, sobre todo al hermano burro y por supuesto a la "Sanantonada" y a esa característica blusa de tratante que tanta historia tiene y de la que es damos cuenta.burro mayor centeno con el cornetín

Centeno nos cuenta que la blusa tiene historia y también la cofradía, que viene señalada como homenaje a su abuelo y a la tradición centenaria que es la de reunirse con sus amigos por supuesto para celebrar el día de San Antonio Abad, patrón de los animales. Otra cosa eran las blusas de tratante las que tenían cuello y las que no y que tenían tira eran de pimentero que introdujo Centeno presa de un afán siempre de concordia y de amistad además de alegría y respeto por las personas y los animales.

Corría el año 1955 cuando su abuelo que tenía un taller de carpintería en lo que ahora es el edificio de Banesto o del Banco Santander, allí reunía a sus amigos en torno a una "Chambomba de serrín". Una hoguera donde cocinaba la Sanantonada más adelante la "pesebrada", se cocinaba en principio simplemente para disfrutar de la compañía, pero más tarde con los amigos de su abuelo se pasó a tener la excusa de celebrar San Antonio Abad.

Fueron seis los amigos que iniciaron los primeros escarceos como primeros socios de esta sin igual Cofradía que basa su razón de ser en celebrar tanto la amistad como el santo patrón de los animales, San Antonio Abad y por supuesto poner la alegría en las calles de Zamora, regalar roscar y hacer del paseo por las calles una fiesta en unas jornadas de invierno y así cortar el recogimiento casero al que se veían sometidos.

Seis fueron los que en 1962 comenzaron la andadura nos contaba Ángel Centeno, Manolo Ruyas, que trabajó en Suena como técnico, Dacio el dueño de Calzados de la Rosa y que andaba con bastones, Dacio el que su padre era dueño del bar Dativo que aún existe y que emigró a Canadá desde donde aún manda saludos a los hermanos de la Cofradía. Ángel contaba a este diario que la Cofradía tuvo un muy buen inicio, ya que al principio solo se reunían para comer y beber vino en una celebración puramente de amigos que querían reunirse en torno a una buena mesa, pero poco a poco fueron introduciendo elementos como el hermano burro Bolinche ese que introducen en todos los sitios donde ellos van allá por 1974 o 1975. 

Otro de los entrañables "tratantes" el sr Kiko que tenía un bazar en la calle Benavente y fue otro de los miembros activos de la cofradía y a la que hoy sus hijos hacen honor como lo hizo el padre.

sr kiko

Cada año se unían más hermanos y en 1970 apenas se veían ya las blusas de los tratantes, estas que llevan los hermanos de la cofradía, pero el intrépido Ángel buscó y buscó y encontró en la carnicería de un tal "Nice" que tenía nociones de donde había visto por última vez una de las blusas. Centeno puso pies a la historia y el señor Joaquín el tocinero que tenía una charcutería justo en la calle quebrantahuesos frente a lo que es ahora la sede de la Cofradía de Nuestra Madre y también tenía una corrala en lo que era el Centro Médico, ahora edificio de oficinas municipales, era el único que podría tener tal prenda. Pues bien, allí en una breve entrevista con aquel hombre encontró una blusa que lavó puesto que estaba bajo unos pesebres y la llevó posteriormente a una modista para que sacara un patrón y de allí salieron las primeras blusas de tratante, uniforme que identifica a la Cofradía.burro mayor APEROS

Por si fuera poco a la reunión de amigos para celebrar San Antón se les unió la necesidad de salir de fiesta para disfrutar de la alegría y del juramento que todos hacen que persigue el proteger a los animales. Un señor mayor que contrataron en los 70 fue el primer acompañante musical que tocaba la flauta y el tamboril de esta tan excepcional troupe de amigos. El primer año que salieron de las 3 Cruces fue gracias a Caja Zamora que les prestó el local del que ataviados ya todos con las blusas y la música. 

Ángel nos contaba que al inicio tuvo que pedir permiso para poder salir "en procesión" y así lo identificó el alcalde de Zamora uno de los últimos de la dictadura que les envió a la policía municipal para escoltar a tan sin igual compañía. Fue Andrés Luis Clavo el que en un edicto municipal eximió al grupo de tener que pedir permiso para salir los 17 de enero a celebrar San Antonio Abad.

De la excelencia a la chabacanería nos contaba Centeno que solo hay un paso, y que gracias a todos los que han respetado y respetan la cofradía se pueden mantener estas tradiciones, reuniones que aglutinan a los 40 cofrades que disfrutan de tal honor, el de pertenecer a una cofradía que decidió por unanimidad no salir este año aún siendo el 60 aniversario por responsabilidad y respeto.centeno 1

Como anécdotas la de Félix Rodriguez de la Fuente que salió un año con la Cofradía vestido como todos ellos, y una inconfesable presencia de incógnito también de algún personaje del gobierno que hemos prometido no desvelar.

Los 60 años de cofradía y los 81 de Ángel Centeno como hermano burro mayor dan idea de la gran cantidad de vicisitudes pasadas por un conjunto de amigos que buscan la diversión y sobre todo el respeto por los animales. "Solo una vez hemos tenido que acompañar a que se fuera en los 60 años de existencia a un hermano, que juró proteger a los animales y resulta que fue condenado por maltrato animal, acto seguido el hermano burro comunicó la baja del susodicho maltratador que no tenía cabida en la cofradía".

Centeno es el padre de esta cofradía en la que él es el hermano burro mayor y quizá el más viejo, pero también el más despierto, el que más sabe de la cofradía del hermano burro y el que más cultiva esta tradición que cuenta con los 40 hermanos que en este 2022 se volverán a quedar en casa puesto que la hermandad está de acuerdo por unanimidad en mantener la alegría, pero en estos momentos de pandemia "es mejor esperar a que escampe". Tampoco vendrán este 2022 los Dulzaineros de la Calle Real de Soria que hace ya más de 25 años que acompañan a esta peña de amigos unidos por la defensa de los animales, el vino, las roscas, la Sanantonada, el cornetín, la manta y la morrala, la boina, el pin, el pañuelo blanco y por su puesto su blusa y el amigo burro Bochinche.

Este 2022 no habrá flautas y tamboriles, ni hermano burro en la calle, tampoco roscas ni cena, pero no quedará en el olvido puesto que el viva el hermano burro lo entonaremos desde las redes sociales y desde este diario amigo que no se ha perdido ni un solo año salvo estos de pandemia la salida de este tan singular momento de las tradiciones zamoranas.

Así fue el último juramento de esta especial Cofradía del Cencerro siempre dirigida por el ilustre don Ángel Centeno, Hermano Burro Mayor de la misma.

 

Comentarios