La ciudad de Zamora se prepara para celebrar este domingo 27 de abril, como cada segundo domingo de Pascua, la tradicional Romería del Cristo de Valderrey, una de las festividades más singulares y antiguas del calendario zamorano.
La jornada arrancará a las 9:30 horas en la Iglesia del Espíritu Santo, desde donde partirá la imagen del Cristo hacia su ermita, situada a las afueras del bosque de Valorio, entre Zamora y la Hiniesta, en un entorno de profundo valor espiritual e histórico.
Un Cristo gótico, una devoción de siglos
La imagen titular del Cristo de Valderrey es un crucificado de estilo gótico tardío, vestido con su característico faldón rojo, que ha sido venerado durante siglos por generaciones de zamoranos. Tradicionalmente ha sido portado por un único devoto, aunque en los últimos años la cofradía ha incorporado unas pequeñas andas para facilitar su traslado cuando la procesión se realiza fuera del entorno de la ermita.
La cofradía del Santo Cristo de Valderrey, fundada en 1722, es la encargada de custodiar tanto el templo como la campa, a pesar de que la imagen forma parte de la parroquia del Espíritu Santo. Esta vinculación ha permitido que en ocasiones, por motivos de seguridad, la talla haya sido trasladada al interior de la iglesia parroquial para evitar robos o profanaciones.
Un lugar cargado de historia
La ermita actual, de una sola nave y construida en mampostería, data del siglo XVII, aunque la existencia del lugar de culto se remonta al siglo XIII, como atestigua el testamento del obispo zamorano Pedro II en el año 1302.
El paraje de Valderrey está íntimamente ligado a la historia zamorana: ya en las Cortes toledanas de 1480 se menciona en las ordenanzas municipales por su papel en el comercio del vino. Incluso en tiempos de Alfonso III, en el año 893, aparece como parte de los viñedos asignados a la incipiente diócesis de Zamora.
Junto a la ermita se encuentra un crucero histórico y otros elementos más recientes como una cruz de ladrillo visto y una fuente moderna, lugares donde tiene lugar la tradicional bendición de los campos durante la romería.
Una cita con la fe, la naturaleza y la comunidad
Durante la celebración, el Cristo de Valderrey es llevado en procesión hasta el puente de Croix, a las puertas del bosque de Valorio. Allí, el sacerdote oficia la bendición de los campos, un gesto simbólico para pedir protección y prosperidad para las cosechas. La jornada continúa con una convivencia festiva y familiar en la pradera, donde vecinos y visitantes comparten comida y tradición en un ambiente de hermandad. Jarricas, rosquillas y mucho de tradición tortilla y pimientos además de los típicos embutidos.
La cofradía de la Virgen de la Concha también tiene un papel en este entorno: durante la romería de la Hiniesta, realiza una parada simbólica en Valderrey, donde la imagen de la Virgen es apoyada sobre un montículo de romero ante el Cristo y se reza el Rosario, cumpliendo con un ritual de siglos.
El Cristo de Valderrey no es solo un símbolo religioso: es la memoria viva de un paraje que une espiritualidad, historia y naturaleza en el corazón de Zamora. Una cita para reencontrarse con las raíces y renovar, un año más, la devoción que perdura a través del tiempo.
