Una veintena de reclusos del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) ha elaborado 600 mascarillas y unas 2.000 batas protectoras desde que se decretó el Estado de Alarma, un periodo en el que, además, ha mejorado el nivel de convivencia con una tasa de conflictividad "inferior" a la habitual, tal y como recoge el portal Salamancartvaldia.
Así lo ha señalado el director de la prisión salmantina, Carlos García, que muestra su "orgullo" por el comportamiento que está teniendo la comunidad reclusa desde que comenzó la crisis sanitaria, además de incidir en que, "a día de hoy" todo el "esfuerzo" que se hace desde la Dirección, el personal sanitario, los funcionarios y los propios internos se traduce en que no haya ningún recluso infectado.
"En esta situación ellos son la población de riesgo, porque no pueden salir del centro, y lo han entendido muy bien porque el comportamiento está siendo extraordinario y el índice de conflictividad ha bajado estos días", señala Carlos García que también aplaude la iniciativa de utilizar uno de los talleres de producción para elaborar material sanitario de protección.