Los seis sobres sospechosos que fueron interceptados con material explosivos en su interior parecen proceder del mismo destinatario y con la misma procedencia. Así lo apuntan las primeras pesquisas policiales que apuntan a que las cartas bomba que fueron detectadas en su mayoría antes de que estallaran -a excepción de la que explotó en la embajada de Ucrania en Madrid y que dejó un herido leve- fueron enviadas desde la provincia de Valladolid.
Se trata de una de las hipótesis que manejan los investigadores según consta en el escrito que ha remitido el juzgado de guardia de la Audiencia Nacional. En todo caso, por el momento no se ha identificado a ninguna persona en concreto ni tampoco se trata de la única posibilidad que se está estudiando.
Por el momento no se han solicitado diligencias por la Policía al Juzgado y la investigación continúa empleando "todos los recursos necesarios" bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 4.
Las seis cartas bomba con material explosivo casero fueron detectadas entre el pasado día 24 y el 2 de diciembre, siendo la primera de ellas la enviada a nombre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, si bien este caso se dio a conocer tras el conocimiento de un incidente similar en la embajada de Ucrania en Madrid, dirigida al embajador, Sergei Pohoreltsev, si bien afectó a otro empleado. Fue este sobre el que permitió judicializar el caso poniéndolo en manos de la Audiencia Nacional.
Los mismos sobres llegaron a una empresa de Zaragoza especializada en material de defensa y una de las que fabrica material destinado a Ucrania, así como a la base aérea de Torrejón de Ardoz y al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Defensa a la atención de Margarita Robles. El sobre enviado a la base aérea fue el único que no ha sido detonado y que ha resultado clave para avanzar en la investigación.