Dos nuevas construcciones pasan a engrosar el listado de patrimonio arquitectónico en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores en Castilla y León. En apenas 48 horas, el listado realizado por la asociación Hispania Nostra ha dado el visto bueno a la inclusión de un templo eclesiástico yel molino situados en las provincias de Salamanca y Palencia.
Se trata, en concreto de la iglesia de Santa María de Colaña -la referencia en la lista se limita a su artesonado y la puerta de Bethlén-, así como la Aceña de San Jerónimo o del Cabildo.
La actual fábrica de la iglesia de Santa María de Colaña data de 1474, aunque se estima que su origen más primitivo se sitúa en época romana, de la cual se conservaría una torre-campanario escalonada de cinco cuerpos construida a base de sillería muy tosca. Hacia 1170 Raimundo II, obispo de Palencia, impulsó la construcción de una iglesia adosada a esta torre, además de añadir sobre la misma una pirámide cubierta de azulejos. Esta primera iglesia contaba con cuatro naves de grandes dimensiones, sostenidas por un conjunto de diez pilares.
Los artesonados de la iglesia, de carácter mudéjar, están datados en el siglo XVI. Se encuentran ubicados en diferentes áreas del templo. Los del interior son alfarjes policromados con motivos vegetales y geométricos, mientras que en la portada del Septentrión se localiza un artesonado estrellado ochavado, sin policromar y mocárabes con pinjantes.
La portada sur, también conocida como la puerta de Bethlén, se empezó a construir en 1525 por el maestro Solórzano, siendo finalizada en 1527. Se llevó a cabo a partir de piedra sacada de la ermita de San Pedro, situada en el término de los majuelos de San Julián. La portada fue modificada en 1870-1871, cegando el pórtico sur con el fin de proteger la entrada tardo-gótica de Solórzano que hay tras sus muros. Al oeste de esta construcción se encontraban unas antiguas salas no conservadas en la actualidad. Entre los huecos del muro se aprecian aún las columnas.
A día de hoy, tanto el artesonado mudéjar como la puerta de Bethlén se encuentran en un avanzado estado de deterioro y precisan de una intervención urgente. El conjunto del artesonado y la policromía se han visto enormemente afectados por problemas de humedad o la presencia de xilófagos, entre otros aspectos. Además de ello, no se dispone de una lectura completa del mismo.

Ya en Salamanca se encuentra la aceña de San Jerónimo o del Cabildo, situada en la margen derecha del río Tormes. Se trata de un antiguo molino cuyo origen está relacionado con el monasterio jerónimo de Santa María de la Victoria (actual fábrica de abonos), edificado en 1522 junto a un espacio hortícola.
En el año 2010, en el Plan Especial de Protección del Río Tormes y Arroyo del Zurguén se proyectó la instalación de un centro de interpretación del río en esta aceña, así como también la creación de un gran auditorio al aire libre. Sin embargo, nunca se llegó a materializar debido a que fue anulado el 13 de febrero de 2014, al no haberse sometido al Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La conservación actual de esta estructura es deficiente dado que la cubierta del inmueble se ha perdido prácticamente por completo, se mantienen únicamente los muros, a los cuales les falta consolidación y continúan teniendo pérdidas de material. A su vez, han sufrido vandalismo, reflejado en las pintadas y graffitis.
Además, la exposición del edificio a las condiciones meteorológicas ha favorecido la aparición de vegetación en el interior del bien y en las juntas de los muros. En las zonas inferiores de la aceña se observan indicios de erosión fluvial y se puede ver cómo el acceso a algunas de las compuertas o aguatochos ha quedado colapsado por la acumulación de escombros.