La Fundación Villalar dejará de llevar el nombre del icónico pueblo castellano de Villalar de los Comuneros, donde cada 23 de abril se celebra el Día de Castilla y León, y pasa a denominarse Fundación Castilla y León. El cambio de designación se ratificará en los próximos días en la reunión de su patronato, la cual se celebrará en “un breve periodo de tiempo”, según adelantó el presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes (Ciudadanos), y también presidente de la entidad creada en 2003 encargada de ensalzar y promover las actividades culturales y las señas de identidad de dicha comunidad.
El renombramiento del órgano tiene por objeto “englobar el sentimiento de todos los castellanoleoneses” frente a su anterior denominación, ya que a juicio del máximo mandatario de la Junta “había ciudadanos de la comunidad que podían no sentirse partícipes o representados”.
El Día de la Comunidad seguirá celebrándose en la localidad vallisoletana
El cambio de nombre de la Fundación traerá consigo una remodelación de sus nuevos estatutos, aunque no se baraja la posibilidad de cambiar de ubicación los actos del Día de la Comunidad, que seguirán celebrándose en la localidad vallisoletana de Villalar. De hecho, había algunas voces críticas con este cambio de nombre que hablaban de la posibilidad de que la fiesta de la región dejara de realizarse en dicho municipio, el propio alcalde del pueblo, Luis Alonso, muy crítico con la medida, se había pronunciado en este sentido. Sin embargo, el presidente de las Cortes ha desechado esta posibilidad.
Alonso, que ha dejará de ser el vicepresidente de la Fundación en favor del vicepresidente de la Junta, ha reconocido que “ya hay movimientos para crear otra fundación”, según recoge El Norte de Castilla.
Curiosamente, este cambio de denominación llega en una época en el que el sentimiento leonesista ha tomado especial relevancia después de que el Ayuntamiento de León aprobara una moción para la autonomía de la Región Leonesa. Una coyuntura que ha sido aprovechada por los partidos y movimientos regionalistas para reclamar los derechos, e incluso la segregación, que consideran que tiene el territorio leonés en relación con la Autonomía de Castilla y León