La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León ha lanzado un proyecto para marcar con GPS a un centenar de lobos. Este plan, que comenzó el año pasado, busca obtener información detallada sobre la alimentación de los lobos y su respuesta a los sistemas de prevención del ganado. Para ello, se capturan ejemplares con lazos especiales y se les colocan collares radiomarcadores.
Los collares, que emiten datos periódicos sobre la actividad de los lobos, se configurarán inicialmente para proporcionar una posición cada media hora durante los primeros diez días. Posteriormente, la frecuencia de envío se reducirá a una cada dos horas durante el resto del mes. Esta metodología pretende aumentar la tasa de detección de grupos de lobos y obtener información precisa sobre su comportamiento predatorio.
Los datos recopilados se revisarán en el campo solo cuando se asegure que los lugares de encame ya no están en uso. La revisión se evitará durante la época de celo y reproducción para no interferir con la especie. Además, se prestará especial atención a la evaluación de la eficacia de los sistemas de prevención del ganado.
El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, ha destacado que el estudio permitirá ajustar la configuración de los collares y, en función de los resultados, adaptar el enfoque del proyecto. El objetivo es obtener una cantidad suficiente de datos para mejorar la gestión de la población de lobos y desarrollar medidas preventivas más efectivas