El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado este jueves una inversión de 1.758.906 euros destinada al suministro de material necesario para la detección del virus del papiloma humano de alto riesgo (VPH-AR) en mujeres de entre 30 y 64 años. Este gasto contempla también el arrendamiento de los equipos técnicos durante dos años, y se enmarca en el Programa de Prevención y Detección Precoz del Cáncer de Cuello de Útero.
La medida responde a la actualización de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, que establece un protocolo específico para la detección temprana del VPH en mujeres sanas. En el caso del grupo de edad entre 30 y 64 años, se sustituye la citología por pruebas moleculares como método de cribado primario, lo que permite una mayor sensibilidad diagnóstica.
Durante 2023 se realizaron en Castilla y León un total de 51.226 pruebas de detección de VPH-AR, con resultado positivo en 6.024 casos, lo que supone un 11,76 %. Si el resultado es negativo, la prueba se repetirá a los cinco años; en caso de ser positivo, se aplicará un triaje mediante citología, y si esta es negativa, se repetirá la prueba al año siguiente.
Las pruebas se realizan en los centros de salud, gracias a la colaboración de matronas y personal de enfermería, y los resultados permiten identificar a las pacientes que requieren seguimiento más estrecho. La detección precoz del virus es esencial para prevenir el desarrollo del cáncer de cuello uterino, asociado directamente con las cepas de VPH de alto riesgo.
Además del cribado, la Consejería de Sanidad mantiene la vacunación contra nueve genotipos del virus en el calendario vacunal infantil. En 2025 se prevé administrar unas 110.000 dosis entre niñas y niños de 12 años, con una inversión estimada de 5.480.000 euros.
