Castilla y León continúa afianzando su apuesta por el talento joven y la transferencia de conocimiento desde las aulas al tejido productivo. En el marco del Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (Plan TCUE), coordinado por la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (Fuescyl), la Junta ha dado a conocer los resultados de la 16.ª edición del certamen ‘Iniciativa Campus Emprendedor’, un concurso que persigue fomentar la creación de nuevas empresas nacidas en el seno de las universidades de la comunidad.
Dirigido a estudiantes, profesores, investigadores, egresados y personal de las universidades públicas y privadas de Castilla y León, el certamen ha vuelto a contar con el respaldo de la Consejería de Economía y Hacienda, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE). Este año, los galardones han reconocido ideas y proyectos procedentes de las universidades de Burgos, León, Salamanca, Valladolid y de la Universidad Internacional Isabel I de Castilla, todas ellas volcadas en una formación que trasciende las aulas y se proyecta hacia la sociedad.
En la categoría de “Idea Innovadora de Negocio”, el primer premio ha recaído en un proyecto con vocación claramente social y sanitaria: una máscara electrónica para atención respiratoria domiciliaria digitalizada. La propuesta ha sido presentada por Diego Fernández, investigador del campus de Soria de la Universidad de Valladolid, en colaboración con Jesús Seco y Juan Felipe García, ambos de la Universidad de León. Juntos han desarrollado un dispositivo médico de teleasistencia que permite controlar con precisión el flujo de aire y estimular la musculatura respiratoria, con el objetivo de mejorar la capacidad pulmonar de pacientes crónicos o en rehabilitación. La apuesta por una atención domiciliaria más eficiente y tecnológica les ha valido el máximo reconocimiento del jurado.
El segundo galardón en esta categoría ha sido otorgado a una iniciativa de la Universidad de Salamanca, en la que han trabajado cinco investigadores liderados por Andrés Sanz. El proyecto, que lleva por título “Dispositivo de tratamiento del control de tronco en sedestación”, plantea el desarrollo de un sistema de asistencia para personas con daños neuromusculares. Lo innovador del dispositivo radica en la incorporación de realidad aumentada para facilitar el entrenamiento postural y la mejora funcional del tronco en pacientes con dificultades de movilidad.
La tercera distinción ha premiado la originalidad y el enfoque medioambiental del trabajo presentado por David Alegre y Darío Álvarez, alumno y egresado respectivamente de la Universidad de León. Su propuesta consiste en producir dimetil éter —un combustible limpio— a partir de residuos de biomasa, especialmente madera, para su uso en el diseño y fabricación de motores para cohetes. La iniciativa busca abrir una puerta a la sostenibilidad dentro del sector aeroespacial, un ámbito que tradicionalmente ha dependido de combustibles altamente contaminantes.
En la categoría de “Proyecto Empresarial”, que contempla propuestas ya en una fase más avanzada de desarrollo y cercanas a su salida al mercado, el jurado ha seleccionado tres trabajos finalistas. Será el próximo 13 de junio, en el campus de Ávila de la Universidad de Salamanca, cuando se celebre la exposición pública que determinará el orden definitivo de los premios.
Uno de estos proyectos es “Astraspec”, desarrollado por Marco Veneranda, Guillermo López y Sofía Julve, investigadores de la Universidad de Valladolid. Su trabajo se centra en la creación de sensores de gases de alta precisión, capaces de detectar múltiples compuestos de forma simultánea mediante el uso de tecnología Raman mejorada. Esta solución tecnológica, que integra fibras ópticas huecas y detectores de fotomultiplicador, tiene aplicaciones tanto en la industria como en misiones espaciales, y puede contribuir significativamente a la prevención de accidentes por emisiones peligrosas.
También de la Universidad de Valladolid procede “BiLern”, una plataforma informática basada en aprendizaje automático que busca facilitar el proceso de memorización y aprendizaje personalizado. Sus impulsores, Pablo Miñambres, Marcos Martínez y Miguel González, ya fueron premiados en la edición anterior del certamen por la idea germinal del mismo proyecto, que ahora toma forma como empresa emergente.
El tercer finalista es “Sembrando Salud”, una plataforma digital que ofrece servicios integrales y personalizados de salud y bienestar. Presentado por Sergio Álvarez, investigador de la Universidad Internacional Isabel I de Castilla, el proyecto quiere posicionarse como un espacio de referencia para el cuidado físico y mental, adaptado a las necesidades específicas de cada usuario, integrando asesoramiento profesional, seguimiento personalizado y herramientas tecnológicas de apoyo.
A estos reconocimientos se suma una mención especial que el jurado ha querido otorgar al proyecto “Caronte”, una propuesta presentada por Samuel Arias y Mario Alaguero, investigadores de la Universidad de Burgos. Su iniciativa se centra en la reconstrucción virtual del patrimonio cultural y artístico, contribuyendo a la conservación y divulgación del legado histórico mediante entornos digitales inmersivos, una línea de trabajo que combina innovación tecnológica con el fomento de la cultura.