La Junta de Castilla y León y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) han reafirmado su compromiso de cooperación en materia de protección radiológica y seguridad nuclear. Así lo han manifestado el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y el presidente del CSN, Juan Carlos Lentijo, en un encuentro institucional celebrado este lunes 13 de enero.
Durante la reunión, ambas partes abordaron la planificación, preparación y respuesta ante emergencias radiológicas, un ámbito clave en el que las dos instituciones mantienen una estrecha colaboración desde la firma del convenio en 2020, renovado en 2024 por un periodo de cuatro años más.
La Junta y el CSN destacaron la importancia de la transparencia y la comunicación con la ciudadanía, con el objetivo de mantener informada a la población sobre las actividades relacionadas con la seguridad nuclear. En Castilla y León, actualmente existen 67 instalaciones radiactivas de segunda y tercera categoría autorizadas por el CSN, además de 2.092 instalaciones de rayos X.
El regulador nuclear desempeña un papel esencial en la supervisión y control de diversas infraestructuras en la comunidad, entre las que se incluyen la fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca), el Centro de Láseres Pulsados Ultracortos (CLPU) y el desmantelamiento de la central de Santa María de Garoña (Burgos). Sobre esta última, el CSN organiza anualmente un comité local de información para los habitantes del valle de Tobalina, con el fin de actualizar el estado del proceso de desmantelamiento. En 2023, el organismo autorizó el cambio de titularidad de la central de Nuclenor a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), marcando así un nuevo hito en su desmantelamiento.
Además, la Junta y el CSN subrayaron la relevancia del Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología Sanitaria (INVEAT), que ha permitido la renovación de 40 equipos médicos en trece centros de la comunidad, garantizando una mejora en la capacidad tecnológica del sistema sanitario regional.
