La irrupción de Vox en el panorama de Castilla y León ha creado divisiones tanto en la izquierda como en la derecha. Los populares se han dividido entre los que se aliarían con los de Santiago Abascal y los que reniegan de posiciones extremistas. Una situación que se reproduce en las filas socialistas, con alcaldes a favor y en contra de la abstención del PSOE al Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco.
El conflicto se inició tras las declaraciones realizadas por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que pidió coherencia y que “lógico es ofrecer una alternativa y distinguirse de lo que hizo el PP en 2019″. Una afirmación apoyada por su homólogo leonés, al contrario que los dirigentes de Burgos, Segovia y Soria.
Una polémica, que ha tenido respuesta por parte del candidato Luis Tudanca, que recalcaba que dicha abstención llegaría si reconocieran tener un "cordón sanitario" con Vox: “Si dicen que la ultraderecha es un peligro, a lo mejor nos podemos entender”.