El Colegio de Geografía exige un cambio urgente en la gestión forestal

Un grito de alerta que pide más prevención, coordinación entre administraciones y apoyo a las comunidades afectadas para proteger el futuro ambiental y social de la Comunidad. 
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La reciente oleada de incendios que azota Castilla y León, entre ellos Zamora, deja heridas profundas en el paisaje, las comunidades locales y el futuro ambiental de la región, así lo han destacado desde el Colegio Profesional de Geografía de Castilla y León. Ante esta situación ha lanzado un mensaje urgente, hacen un llamamiento a "repensar la forma en que gestionamos nuestros montes y espacios naturales, integrando la prevención, la planificación y la colaboración". 

En primer lugar, el Colegio expresa su solidaridad con las víctimas que han perdido hogares y medios de vida, y con las comunidades enteras cuya identidad y memoria están amenazadas por el fuego. "Esperamos que las ayudas públicas prometidas lleguen cuanto antes para apoyar su reconstrucción", destacan.

La entidad subraya la necesidad de abordar la gestión territorial con equipos técnicos que incluyan expertos en forestal, medioambiente, biología, geografía y agricultura, reconociendo al ser humano como parte esencial del ecosistema. Proponen impulsar proyectos locales que fomenten actividades sostenibles como el pastoreo regenerativo, la resina o la micología, para generar bosques multifuncionales que aporten beneficios ecológicos y sociales.

Además, el Colegio reconoce el esfuerzo incansable de los equipos de extinción, que trabajan sin descanso para proteger vidas y territorios, y reclama un enfoque más equilibrado entre prevención y extinción. Subrayan que la acumulación de combustible en los bosques, junto al abandono de labores agrícolas y ganaderas, crea un riesgo crítico que solo podrá gestionarse con mayores recursos y planificación.

Entre sus recomendaciones destacan:

  1. Más inversión en los planes públicos, especialmente en zonas rurales con montes comunales o de utilidad pública, potenciando la creación de tejido empresarial local ligado a la prevención.

  2. Replantear la distribución y coordinación de medios de extinción entre administraciones, mejorando la integración de recursos locales, provinciales, autonómicos y estatales para responder con mayor eficacia a episodios de gran magnitud.

  3. Superar la fragmentación actual de planes y competencias entre protección civil, medio ambiente, agroganadería y urbanismo, buscando una planificación técnica integrada que contemple los riesgos reales del territorio y los impactos del cambio climático.

  4. Fortalecer el apoyo técnico y económico a ayuntamientos pequeños y juntas vecinales para que puedan participar activamente en la prevención, con la colaboración técnica del Colegio de Geografía.

Este llamado a la acción técnica, social y política llega en un momento en que el humo todavía dificulta la vida en muchos puntos de Castilla y León. La experiencia acumulada y la reflexión pausada deben ser la base para evitar que la desolación que dejan los incendios se convierta en un ciclo repetitivo y sin control.

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