Dos fallecidos por ahogamiento durante la primera quincena del mes de octubre elevan la cifra de muertes por esta causa en la Comunidad a catorce
Castilla y León, a la cabeza en número de fallecidos por ahogamiento entre los territorios interiores españoles durante todo el año
Dos fallecidos por ahogamiento durante la primera quincena del mes de octubre elevan a catorce la cifra de ahogados registrados en los espacios acuáticos de Castilla y León. Los meses de abril, julio y septiembre son los que registraron mayor número de ahogamientos, con tres en cada caso, seguidos de dos en los meses de mayo y octubre; y uno durante el mes de agosto, según el balance del Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). Durante los meses de enero, febrero, marzo y junio no se ha registrado ninguna muerte por ahogamiento en la Comunidad.
En el conjunto de España, los fallecidos por ahogamiento en espacios acuáticos suman hasta la fecha 338 víctimas, 101 menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que indica un descenso del 23%.
En nuestra Comunidad, la cifra total es inferior a la que se dio en el 2017 con un óbito menos, aunque iguala en número de muertes por ahogamiento durante el mes de octubre, situando a la Comunidad Autónoma de Castilla y León en el primer territorio interior de España en número de fallecidos por esta causa durante los diez primeros meses del año 2018.
Salamanca y León son las provincias donde se han contabilizado mayor número de muertes por ahogamiento con 4 y el 28,6%, seguida de Valladolid y Zamora con dos ahogados, el 14,3%, en cada territorio, y Ávila y Soria con uno y el 7,1%. Palencia y Segovia son las únicas provincias de Castilla y León donde no se han registrado incidentes con muerte en espacios acuáticos.
El perfil de la víctima mortal por ahogamiento en la Comunidad, en los diez primeros meses del año, es un varón (86%) de nacionalidad española y de más de 35 años (93% en ambos casos), que pierde la vida en un río (79%).
Asimismo, en la totalidad de los casos, los espacios acuáticos castellanoleoneses no tenían servicio de atención, vigilancia y socorrismo activo en el momento de los sucesos.