A partir del domingo 28 de septiembre y hasta el 22 de febrero de 2026, Castilla y León dará inicio a la temporada de monterías y ganchos, dos modalidades de caza colectivas que no solo son un referente social entre los aficionados, sino también un instrumento clave para la gestión de las poblaciones de jabalí, ciervo, gamo, muflón y corzo.
La comunidad científica y la administración alertan sobre la importancia de mantener un control activo sobre estas especies, cuya presencia abundante puede generar problemas sanitarios, daños en la agricultura y riesgos de accidentes de tráfico. La caza regulada se presenta así como una herramienta esencial para equilibrar los ecosistemas y proteger a las personas.
Durante la pasada temporada 2024-2025, se celebraron más de 9.500 cacerías colectivas en Castilla y León, con resultados significativos, más de 25.000 jabalíes cazados, un dato que refleja la eficacia de estas modalidades en la reducción real de las poblaciones.
La Ley de Caza de Castilla y León establece que los organizadores deben notificar con antelación la celebración de estas cacerías a través de la plataforma pública de cacerías colectivas, en los ayuntamientos, la Guardia Civil y los titulares de cotos colindantes. Además, las vías de acceso a la mancha deben ser señalizadas, garantizando la seguridad de todos los usuarios del medio natural. La información completa está disponible en: Plataforma pública de cacerías colectivas.
CapturCyl: la caza entra en la era digital
Esta temporada, los resultados de las capturas se gestionan mediante CapturCyl, una aplicación móvil gratuita que simplifica la comunicación de datos entre cazadores, titulares de cotos y Administración. Desde su implementación, 3 de cada 4 corzos y 5 de cada 6 jabalíes cazados se han registrado a través de esta app, evitando antiguos trámites en papel y agilizando la gestión de la información.
La Junta anima a los organizadores a aprovechar las nuevas tecnologías para garantizar un control cinegético más eficaz y transparente. No obstante, se mantiene la posibilidad de utilizar los métodos tradicionales en formato papel para adaptarse a todos los usuarios.
Con el inicio de la temporada, Castilla y León refuerza su compromiso con una gestión cinegética responsable, que protege los ecosistemas, asegura la ganadería, previene daños y fomenta la seguridad vial, demostrando que la caza puede ser mucho más que una actividad deportiva: un instrumento para el equilibrio ambiental y social.