El BM Zamora afrontaba un duelo complicado, y Félix Mojón lo sabía desde el principio. El rival, con una notable fortaleza física y una defensa muy organizada, les planteó un partido áspero, en el que cada pequeño error podía marcar la diferencia. El plan de Mojón pasaba por abrir el campo, aprovechar el lanzamiento exterior y evitar a toda costa que los rivales ganaran los duelos individuales. Sin embargo, la ejecución no estuvo a la altura de las expectativas. "Fuimos reactivos, no proactivos", reconoció Mojón tras el encuentro.
El equipo, aunque bien posicionado, dio demasiada distancia al contrario para recibir y jugar cómodamente. Eso, sumado a una falta de agresividad en defensa, permitió que el BM Zamora sufriera durante toda la primera mitad. Mojón había advertido que no podrían contar con tanta profundidad en la defensa, ya que el rival no disponía de un potente lanzamiento exterior, pero pidió más intensidad para frenar las penetraciones. Aun así, el equipo zamorano no logró imponerse en los primeros compases del partido.
La entrada de Fer en los últimos minutos del primer tiempo revitalizó al conjunto, y el equipo empezó a entonarse defensivamente. "Nos crea ansiedad no ir ganando con holgura desde el principio", señaló Mojón, haciendo referencia a la dificultad que tuvieron para gestionar la presión de un marcador ajustado. Aunque llegaron a tener una ventaja de tres goles antes del descanso, un gol rival en la última acción de la primera mitad y otro al comienzo de la segunda complicaron nuevamente el partido.
En la segunda parte, el BM Zamora sufrió con los ataques largos y físicos del rival, que a través de cruces en la primera línea logró desestabilizar su defensa. Aunque la ventaja aumentó a cuatro goles y contaban con una superioridad numérica, un error en un lanzamiento apresurado y otro de portería a portería permitió al rival acercarse a un gol, lo que Félix Mojón calificó como "el mayor error del partido".
Pese a los altibajos y la presión del rival, el BM Zamora consiguió dos puntos cruciales, aunque Mojón fue claro: "La categoría es muy dura, y cualquier despiste puede costarnos caro".
