Lo intentó pero no pudo ser. El Ángel Nieto vivió una jornada intensa con un público volcado pero que se dio de frente con la efectividad de quienes cedieron terreno en su tierra hace tan sólo una semana. El Odilo Cartagena llegó dispuesto a remontar dando la razón a un precavido Saulo Hernández que ya veía posible esta opción en la rueda de prensa previa al encuentro de la vuelta de La Gran Final de campeones.
Una efectividad casi de principio a fin que le ha valido al club murciano el pase directo a la LEB Oro por 78-94 y que obliga al Zamora Enamora a seguir luchando y apostar por el camino largo en forma de otras dos eliminatorias.
“En un partido normal nadie daría nada por sentado por ganar de 9 puntos al descanso”. Sabía Saulo que las cosas no iban a ser fáciles pese a jugar en casa y contar con el calor de una afición blanquiazul volcada a más no poder. La fuerza y garra que le faltó al Odilo Cartagena en el partido de ida la recuperó pese a los kilómetros de autobús.
El CB Zamora Enamora estrenaba el electrónico de un Ángel Nieto a rebosar y en el que los colores corporativos del club tan sólo se veían rotos por el de la seña bermeja. Sin apenas espacio en las gradas, la afición respondía a la llamada realizada por el club para alentar a los suyos en un partido histórico. Los locales llegaban con la ventaja de una victoria de nueve, un respiro que el técnico afrontaba como "una anécdota", si bien "evidentemente preferimos tener esa renta a favor".
Los primeros 10 minutos eran la cara visible de unos jugadores que se veían arropados por los cuatro costados y con el ataque mirando hacia una cantera volcada con sus máximos referentes en la pugna por subir de categoría. Taroré se colgaba del aro para poner el 13-8 a falta de más de dos minutos y medio para finalizar la primera parte, mientras la primera falta personal de Toni Naspler daba la oportunidad al Cartagena de romper con la diferencia de cinco puntos. Los visitantes iban recortando distancia para finalizar el primer cuarto por la mínima a favor de los locales (17.16).
El segundo cuarto confirmó el cambio de rumbo para un Odilo que renovó fuerzas para poner tablas en el marcador y finalmente, darle la vuelta en una demostración de eficacia y recuperación de las sensaciones perdidas en los primeros 40 minutos de la ida. La eficacia de su defensa unido a la puntería de Jordá (11 puntos) elevaba la tensión de un encuentro que nadie quería dar por sentenciado.
Un triple más falta con tiro libre a favor de los locales trataba de cambiar la trayectoria de un cuarto que finalmente se mantenía fiel a su arranque y favorable a los intereses del Odilo que marchaba al descanso con una ventaja de nueve por 34 a 43.
Las sensaciones cambiaban con el arranque de un tercer cuarto en el que los de Saulo renovaban ilusiones y se marcaban el reto de remontar. Fieles a los recambios in crescendo y los ataques "a rodillo", el electrónico reflejaba la apuesta de un CB Zamora que lograba sumar una docena de puntos por los diez del Odilo y que cambiaba por completo las caras del banquillo.
Mejorando sus porcentajes, el tercer cuarto finalizaba con un Zamora entregado en un juego de iguales que demostraban dos canastas seguidas de Kevin Buckinham y que fue inmediatamente contestado por el Cartagena. Una canasta sobre la bocina les daba el respiro con el que se marchaban con 56-64.
Con los últimos diez minutos como la prueba de fuego para los intereses del Zamora Enamora, la grada se entregaba en un clamor al unísono con los aplaudidores y los bombos arropando a los suyos y ensordeciendo el juego. El Odilo se iba de 14 a falta de 4.39 para escuchar la bocina final. Saulo solicitaba tiempo muerto para tratar de reorientar la estrategia y establecer un dique de contención al recital del Cartagena.
La tensión se palpaba a cada segundo con el Odilo tratando de asegurarse la plaza en la máxima categoría pero que se encontraba a un Zamora correoso y lejos de darse por vencido. Con tan sólo un punto arriba para el Cartagena, los de Saulo trataban de creérselo, pero se daban de frente con el triple de un Kody enorme a falta de medio minuto para el final.
Quizá el medio minuto más largo para un Zamora Enamora que veía cómo se le iba la oportunidad de oro. Ahora sólo queda seguir luchando por remontar el ánimo y felicitar a un Odilo que además de ascender de categoría se coronaba como campeón de la Liga LEB Plata.
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