San Juan del Rebollar se convierte desde este miércoles 30 de abril a las 13.00 horas en el epicentro de la memoria rural de la comarca de Aliste con la inauguración de la exposición etnográfica “ORÍGENES, Una Mirada a Nuestro Pasado”, una muestra que invita a los visitantes a sumergirse en las raíces de la vida tradicional, rescatando las huellas del trabajo, la vida doméstica y la cultura popular del mundo rural zamorano.
Organizada por el Ayuntamiento de San Vitero, la exposición tiene como eje central la reivindicación de la memoria colectiva y el reconocimiento del papel fundamental de las generaciones que cimentaron la vida rural, con especial atención al trabajo silencioso pero vital de las mujeres.
Dividida en áreas temáticas, la muestra presenta una cuidada selección de objetos y herramientas de uso cotidiano que marcaron el día a día en hogares y campos de la comarca. Desde utensilios de oficios tradicionales como la carpintería, la apicultura o la zapatería, hasta herramientas agrícolas utilizadas en la labranza y la siega, pasando por recreaciones de espacios domésticos y materiales escolares que muestran la evolución de la educación rural.
Uno de los espacios más emotivos es, sin duda, el dedicado a la vida doméstica, donde se destaca el rol protagonista de la mujer como pilar de la familia y del hogar. Cocinas, alcobas y utensilios que evocan una época en la que la autosuficiencia era una necesidad y el esfuerzo, una constante. También hay lugar para la artesanía y el ocio, con juguetes e instrumentos musicales que recuerdan cómo, incluso en la sencillez, había lugar para la creatividad y la celebración.
Con una entrada simbólica de 1 euro, cuya recaudación se destinará íntegramente a la construcción de un monumento en honor a las mujeres trabajadoras del mundo rural, “ORÍGENES” no solo preserva el patrimonio etnográfico de la comarca, sino que promueve un ejercicio de justicia histórica.
La exposición, que podrá visitarse durante varios meses en San Juan del Rebollar a través de visitas programadas mediante código QR, es una invitación a reencontrarse con las raíces, a valorar el esfuerzo de quienes trabajaron la tierra, y a mantener vivo un legado que, lejos de extinguirse, sigue definiendo la identidad de todo un territorio.