Los Carochos de Riofrío de Aliste listos para su gran mascarada de año nuevo

Durante toda la jornada, los componentes de la obisparra de Riofrío pasarán, casa por casa, a pedir el aguinaldo a sus convecinos y, mientras tanto, en los espacios públicos dejarán constancia de su papel en la cohesión e identidad colectiva
Primera pelea entre personajes de Los Carochos en el Sagrado Foto Raúl Fernández
photo_camera Primera pelea entre personajes de Los Carochos en el Sagrado Foto Raúl Fernández

Los once personajes de la mascarada de Los Carochos de Riofrío de Aliste están ya listos para salir a las calles del pueblo pasado mañana, 1 de enero, y celebrar con sus vecinos y visitantes este rito ancestral que han sabido mantener de forma colectiva.

Al mediodía de Año Nuevo, tras el lanzamiento de un cohete, irrumpirán los dos diablos envueltos en humo, vestidos de negro y con las largas e intimidantes tenazas rojas del Carocho, en medio del ensordecedor sonido de los cencerros, en una imagen de gran belleza y sobresaliente simbología ritual.

Detrás de los dos protagonistas de esta celebración alistana, le seguirán a continuación el grupo de los gitanos, dirigiendo un carro tirado por burros, que con sus chascarrillos intercambiarán entretenidos diálogos con los espectadores presentes en este rito pagano declarado Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León en 2002. Los guapos y el personaje de El del Lino, un intérprete con libertad de movimientos en todo el ceremonial, cerrarán la comitiva.

Durante toda la jornada, los componentes de la obisparra de Riofrío pasarán, casa por casa, a pedir el aguinaldo a sus convecinos y, mientras tanto, en los espacios públicos dejarán constancia de su papel en la cohesión e identidad colectiva, el contenido simbólico y la diversidad de significados que atesora esta mascarada, definida por algunos antropólogos como una de las más complejas y completas en escenas diferentes del panorama peninsular.

Los Carochos se caracterizan por ser una fiesta altamente participativa por parte de los habitantes de la localidad alistana, una unión que ha conseguido su actual vitalidad y la pervivencia de esta celebración tras su recuperación a principios de la década de los 70.

Esta mascarada sigue la tradición histórica de celebración en el marco de los llamados Doce Días Mágicos –desde Navidad a Reyes-, el momento en que las antiguas sociedades agrarias concebían el tiempo cíclico y no lineal como en la actualidad, motivo por el que uno de los momentos más importantes para sus vidas era el solsticio de invierno, cuando la luz vencía a la oscuridad. Es el momento en que la naturaleza es un auténtico caos y los demonios, en realidad dioses de la fertilidad, vienen a garantizar sus cosechas.

Quienes acudan a visitar por primera vez Los Carochos oirán el sonido de los cencerros, verán la indumentaria estrafalaria de sus personajes, escucharán el vibrante sonido y atractivo de las tenazas articuladas, el sutil rumor del traje de papel de Los Filandorros, el lanzamiento de ceniza a los pies de los espectadores o cómo el polvo del corcho quemado le sirve al Diablo Chiquito para dejar su suave señal en la cara y, de paso, explicar sin palabras el sentido fertilizador de su gesto.

En los últimos años, la masiva presencia de fotógrafos profesionales y aficionados con sus cámaras y móviles, en ocasiones, impiden el desarrollo normal de algunas figuras de la comitiva carochera, especialmente, en el caso de los diablos. En ese sentido, la Asociación Cultural Amanecer de Aliste, entidad de jóvenes que mantiene y organiza Los Carochos, hace un llamamiento a los fotógrafos para que no se coloquen en medio de la calle por donde van en carrera los diablos ya que en el caso del Diablo Grande su máscara apenas le permite ver, desarrolla un gran esfuerzo físico y puede producir un accidente, una circunstancia que hay que evitar.

A lo largo de 2024, Riofrío de Aliste ha intensificado con varias actuaciones el interés y la adhesión en favor de Los Carochos. Además de la publicación de la revista número 13 y el pequeño libro a colorear para el público infantil cuya autora es Alba Bartolomé Regalado, Carlos Adeva ha pintado un mural de 110 metros cuadrados titulado “Los Superhéroes” y el artista Emilio Gallego ha fundido en bronce una carocha después de seguir un proceso artesanal muy meticuloso.

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