El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha concluido la primera parte de su visita pastoral a la comarca de Sayago con una emotiva parada en Almeida. A lo largo de esta experiencia, Valera ha visitado diecisiete parroquias, destacando la importancia de llegar a las comunidades más apartadas. Durante su homilía en Almeida, monseñor Valera resaltado la necesidad de reconciliarnos con lo pequeño y valorar la vida como un regalo, enfatizando que la misión de la Iglesia es apoyar y cuidar a cada persona, especialmente a las más vulnerables.
En un fin de semana intenso, el obispo también ha visitado las localidades de Roelos, Salce y Fresno de Sayago. En Salce se han constatado los graves problemas estructurales de la iglesia parroquial, un templo de los años 50, por lo que Valera se ha comprometido a buscar soluciones para su reparación. En Roelos, tras un cálido recibimiento por parte de la corporación municipal y los fieles, se han explorado posibles usos comunitarios para la casa parroquial.
La visita pastoral también ha incluido el paso por Fresno de Sayago, donde el obispo había sido recibido con entusiasmo por la comunidad. Tras rezar juntos la Hora Intermedia, Valera ha destacado la importancia de su visita como una manifestación de la sucesión apostólica en la Iglesia católica. A lo largo de su recorrido, el obispo había reiterado su apoyo a las comunidades locales y su compromiso de buscar soluciones a los problemas que enfrentan, fortaleciendo así la presencia y el impacto de la Iglesia en la región.
