viernes. 19.04.2024

La lotería para los 2.714 contagiados de este mes fue no ser uno de los más de 100 fallecidos en Zamora por COVID-19

Podrán relajar especialmente las medidas restrictivas de la alerta 4, y la hostelería posiblemente con sus protestas pueda llevar a cabo alguna acción puntual que deje la puerta abierta a que en Navidad se puedan tomar cafés al menos en las terrazas, pero los augurios no son buenos. Y sobre todo para la estadística y los cerca de 3.000 zamoranos contagiados este mes de noviembre que se han librado de una muerte que le ha llegado de momento a más de un centenar de vecinos de Zamora y provincia una lotería a la que parece que les gusta jugar a muchos que aún "pasan" de mascarillas y de los demás.

Si en tres semanas esto cambia al menos una lotería nos podría tocar, la de la recuperación y la del buen camino hacia la erradicación de tanto contagio sin control, sino es así, la estadísitca será la que de la razón a los epidemiólogos y científicos que creen que seguimos sin adoptar las medidas oportunas y severas necesarias para poder salir adelante sin más muertos.

Y los augurios no son buenos viendo como esta semana, y este fin de semana de Black Friday, se llenaba la capital y las calles comerciales, hacía tiempo que no se veía algo así y puesto que los descuidos y la aglomeración sin distancia han sido la dinámica, Santa Clara y San Torcuato se han llenado como si no hubiera un mañana, un mañana en el estricto sentido de no volver a ver amanecer.

Los parámetros son complicados de relativizar cuando en este mes de noviembre las cifras han cantado más claras que nunca que de recuperación y mejoría nada de nada.Se habla de menos contagios ¿donde? y ¿menos muertes? como se puede ser tan hipócrita y tan adobe no viendo la realidad aunque sea solo de los datos.

Los fallecimientos de este noviembre al que aún le queda un día, han supuesto más que en ningún mes anterior de los 8 que llevamos de pandemia. Los contagios, otro indicativo igual, hemos estado a menos de lo que piensan de ser la provincia con más tasa de contagio de toda la Comunidad, y ahora que hay EPIS y medidas anti covid-19 y ahora que sabemos como combatir o paliar síntomas, tenemos peores resultados.

Hasta 155 personas han estado ingresadas en el HVC al inicio del mes,ccifra más que importante, hoy con 15 personas en la UCI cifra récord de toda la pandemia no ha lugar la alegría, ya que también hay un centenar en camas convencionales ocupadas por pacientes COVID y todo parece normal (ironía) cuando en el pico más alto de la pandemia en abril estábamos ingresados 112 . Con más sanitarios infectados que nunca, con más residencias y más brotes que en marzo y abril, y ahora esperando la apertura como ocurrió en verano para más tarde pagarlo como lo estamos pagando. Las buenas noticias no aparecen en ningún análisis que no sea del que no quiera ver más allá, no se trata de pesimismo sino de realidad y sintiendo muchísimo lo que ocurre con la hostelería hay poco miedo a morir de COVID-19.

La lotería a la puerta, el din dan don de las campanadas, las luces, las compras, las cenas y el largo etcétera de una Navidad que claro que va a ser diferente, puesto que al menos en mi casa, falta mi madre desde el maldito 10 de abril, y mi padre no recordará ya ni las fechas que son, las secuelas seguirán ahí y el señor de la fábrica de paracetamol se hará rico y más rico así como los señores dueños de las fábricas de vacunas mientras que rogamos que esto pare.

La UCI y los 15 pacientes de los que sabremos que no saldrán vivos ni la mitad, y por supuesto la angustia de sus familiares, bien merecen el respeto de todos. Un respeto que solo vale con la premisa de seguir en casa y de dejar de hacer el "canelo" quitándonos la mascarilla, no guardando las distancias o soltando ese abrazo, que todos necesitamos, pero que no, no hay que dar a padres y a abuelos sobre todo, si no queremos que San Atilano se llene aún más o el criticado crematorio.

Los contagios ahora parece ser que vienen del ámbito familiar. La familia por la que pasa el virus, raro es que no sufra de alguna muerte o de alguna secuela dura de aguantar pero nada seguimos en la valentía y en el a mi no me va a pasar puedo con ello.

Pasar a ver que es lo que pasa en una UCI o llevar a algún joven a alguna Residencia para ver los esfuerzos titánicos de trabajadores socio-sanitarios para tener aquello libre de virus sería lo idóneo ya que parece que o metemos la mano en el fuego o no vemos que arde hasta que aquello no se pone como está, negro. 

Lotería esta vez nunca mejor dicho, la economía, y el quedarse en casa lo mejor, ya habrá tiempo de desquitarse si la vacuna llega cuando dicen los políticos.

La lotería para los 2.714 contagiados de este mes fue no ser uno de los más de 100...
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