viernes. 29.03.2024

La España vaciada y acojonada por las visitas de los portaCOVID-19 veraniegos

Pasen y vean, esta es la España vaciada: Aliste, Sayago, Alba, Sanabria, y el largo etcétera de los pueblos y comarcas de Zamora y provincia, donde, o visitan con responsabilidad, o el año próximo visitarán un desierto sin abuelos, sin padres y sin oportunidades.

 Las campañas de turismo están todas perfectas, necesitamos visitantes y sobre todo inversores, inversiones, y políticas de recuperación de territorios como el nuestro, donde todos ven oportunidad pero aquí nadie genera nada. Todos de acuerdo además en crear una red (internet) que sea la que llegue, no la que prometen los políticos y las instituciones desde hace años con macro proyectos que llevan en el cajón años, que no sigamos cazando la onda como hacía el amigo Gila en sus monólogos que ni para llamar a emergencias, ni para avisar de un fuego y lo de mandar un wassap lo mismo a las 3 horas lo ves en tu pantalla.

A partir de tener las oportunidades en servicios, tanto sanitarios como en las comunicaciones, o en las oportunidades que siguen brillando por su ausencia, bien, que nos vengan a ver, que no seamos monos de feria y que no vale eso del "pobrecillos vamos a verlos que aquí no hay gente...y así al menos..."

"En muchos pueblos ya hemos escuchado eso de aquí mejor no vengan...manda bemoles".

No vendamos eso del metro cuadrado libre para venir a pasar el COVID-19 inconscientemente a nuestros mayores, que bastante sufren y bastante daño les hemos hecho, sobre todo el estado, que ha dejado de la mano de Dios y de las Residencias el que nuestros abuelos y padres mueran como "perros" confinados sin darles ni siquiera la dignidad de poder recuperar parte de lo que pusieron en la Seguridad Social tras años de cotizaciones.

Nadie tiene la batuta, o al menos eso parece ser, ni saben como arreglar el problema que hace más de 30 años dio al traste con aquellos maravillosos momentos en los que los pueblos eran el refugio de todos. Castilla-León era el granero de España y de donde salían los manjares que ahora a duras penas y con subvenciones a "troche y moche" han de producir muchas veces a pérdida para que no muramos de hambre, porque ni eso controlan los políticos el llamado libre mercado.

Quizá sea porque hay películas como "El disputado voto del señor Cayo" que nos cuentan y contaron allá en los 80 cual era el sentido de lo que los políticos quieren de verdad, el voto y punto, el asiento y las dietas.

Todo esto vuelve a ser problema de los montantes que se han llevado de rositas como diputados y senadores en dietas tras esta pandemia, ahora en nada, también sus señorías se llevarán otros casi 2.000 euros del ala en vacaciones...todo un santo desastre consentido por todos y asumido por una sociedad que parece dormida.

Por tanto no vengan a los pueblos si no es con la chequera de la inversión y visiten las residencias de ancianos, los centros de salud de nuestras comarcas, pongan remedio antes de que el confinamiento de nuevo les ponga la cara colorada y de esta vez alguien se la rompa y no sean los fiscales ni las calles con manifestaciones de no nos valéis como equipo queremos a otros que a vosotros se os ha visto el plumero, por España lo justo por vuestros sueldos, todo.

Vergüenza de país y de clase política ni recuperación ni repoblación, ni reconversión, ¡¡¡acto de contrición es lo que necesitan señores!!!.

 

La España vaciada y acojonada por las visitas de los portaCOVID-19 veraniegos
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