Llegaba siendo un desafío con múltiples cambios en la alineación del Zamora debido a ausencias y lesiones. Parecía complicado. Desde el principio, se percibió un ritmo intenso con los anfitriones buscando sorprender a los de Movilla, mientras tanto, los rojiblancos luchaban por encontrar su ritmo ofensivo. A pesar de los esfuerzos, no logró encajar ni un solo balón entre los tres palos.
Los locales tomaron el control del juego, mientras el Zamora adoptaba una postura más cautelosa, esperando su oportunidad. Aunque hubo momentos prometedores, como el disparo de Pito Camacho, el impulso constante de los locales finalmente se vio recompensado con un gol en el minuto 23, forzando al Zamora a buscar la remontada.
Un segundo tanto del Marino de Luanco sentenció a la flota zamorana. Intentaron anotar hasta el final, pero no pudo ser. Nada salía. Desesperados buscaban una recompensa, pero sus intentos no fueron suficientes. Al final, una derrota por 2-0 deja al Zamora en tercer lugar en la tabla, sin posibilidades de terminar líderes en un partido opaco sin suerte de cara al gol.