El cancerbero rojiblanco fue el gran protagonista del partido, salvando a los rojiblancos, especialmente al inicio de un partido que fue decayendo en ocasiones, especialmente tras la expulsión de Arkaitz que dejó a los rojiblancos sin opciones ofensivas, y a los gallegos con excesivas prisas de marcar el gol de la victoria.
El partido fue 0-0 pero en los primeros quince minutos pudo llegar el gol del Coruxo, un equipo muy bien plantado y ofensivo que sorprendió al inicio a los de Aguirre y que fue merecedor de los tres puntos en el cómputo global del encuentro.
Apareció Miguel en las dos primeras jugadas, atrapando balones complicados que amenazaban con entrar en su portería mientras aparecía un run run en la grada que, mientras hubo partido, fue bastante inferior a los aplausos y cánticos de una afición que demostró mucho apoyo a los rojiblancos.
Quiso desperezarse un Zamora que no acabó de generar peligro, a excepción de una buena combinación por banda derecha a la que no llegó Gavilán, aunque empezó a tener más la bola cuando llegaba el tiempo de descuento y el Coruxo iba a menos, cerrándose en torno a su portero y esperando los errores de los zamoranos. En uno de esos errores de los rojiblancos, llegó una buena jugada del equipo gallego y el disparo se estrelló en el palo cuando Miguel, que había parado todo lo que había llegado, no podía llegar al latigazo seco.
En el segundo tiempo el partido estuvo más igualado, habiendo incluso un cabezazo de Carlos de la Nava que se fue fuera y un buen centro al que no llegó por centímetros Gavilán. Los zamoranos, que empezaron a tomar el control del balón, no conseguían generar las ocasiones que generan en otras ocasiones, y eso hacía que Aguirre buscara en Rodri y Aarón el potencial ofensivo que no habían conseguido darle Salva Rivas y Coque, que pasaría al lateral, dejando el campo Garretas.
En un corner de los zamoranos, el Coruxo montó una contra que Arkaitz tuvo que cortar lanzándose al suelo y siendo expulsado, lo que condicionó el final del partido en el que los zamoranos, pese a tener uno menos, estuvieron mejor en el verde pese a no crear peligro.
El punto, que no es suficiente, deja a los rojiblancos en puestos de descenso a la espera de visitar al penúltimo clasificado, el Tropezón, una de las ocho finales que le quedan a los zamoranos.