El Zamora se asoma al abismo (2-2)

Los rojiblancos vieron como el Marino de Luanco, colista de la categoría, marcaba el gol del empate en el último minuto del partido, después de haber perdonado una decena de ocasiones claras y el público despedía con una pitada a jugadores y técnico, que abandonaban cabizbajos el terreno de juego.

Para quien no estuviera en el Ruta de la Plata la historia le sonará muy similar, especialmente si vivió el año de la salvación frente al Constancia, el año del gol de Nacho Matador en Mieres. Porque el partido frente al Marino (de Luanco) es bastante parecido al del Marino (de Tenerife). O el del Alcalá, o el del Burgos. El Zamora creó ocasiones, tantas que el público ovacionó a los suyos sobremanera en la primera parte, tantas como para haber goleado al rival. Pero al final, el empate.

La baja de Gavilán, aunque se haya intentado suplir de mil formas, le pesa como una losa al Zamora, especialmente de forma mental. Carlos de la Nava, Arkaitz, Aarón y Ioritz se encontraron con balones francos frente al portero y la mayoría de las ocasiones encontraron agua. Únicamente Carlos de la Nava, a la salida de un corner, fue capaz de marcar y poner el 2-0 en el marcador. Ninguno de los otros atacantes hizo diana esta tarde.

Y eso que la banda izquierda de los zamoranos fue un auténtico arsenal de juego y ocasiones. El mejor partido de Prada y Coque de la temporada focalizó en el 1-0 que marcaría el berciano en el minuto cinco de partido. Una combinación rápida de todo el equipo acabó con un pase atrás de Carlos de la Nava al que no llegó Aarón pero que acabó con Prada poniendo por delante a los suyos.

Y pudo llegar el gol de Aarón en dos disparos que se encontraron, primero con el cancerbero y después con la grada, en otro lanzamiento de Carlos de la Nava y en una aproximación de Prada que cerca estuvo de poner las tablas. Pero lo único que llegó fue el descanso con la sensación de que el Zamora podía haber dejado marcado el partido.

Y en la segunda mitad, con Ioritz reemplazando a Aarón, llegó el 2-1 en la primera del Marino y dejó helado al Ruta de la Plata que empezó a mirar con recelo al banquillo y al cesped, y a desesperarse con las ocasiones falladas. Porque en el segundo tiempo Ochoa y Rodri, que lo reemplazaría mas tarde, tuvieron disparos que se fueron rozando el palo, Arkaitz ganó línea de fondo en varias ocasiones y obligó al cancerbero asturiano a esforzarse al máximo y Ioirtz y de la nava pudieron sentenciar, pero siguieron errando unas ocasiones que se volverían en su contra cuando, en el último minuto del descuento, llegaría el 2-2 final.

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