Igual que Vellido Dolfos utilizó la puerta para entrar a Zamora tras dar muerte al Rey Don Sancho, Coque encontró una debilidad en la defensa asturiana, un hueco después de sentar a su par, para con un punterazo inapelable poner por delante a los suyos y cimentar una victoria que completaría minutos más tarde Carlos de la Nava.
Primera victoria en el Ruta de la Plata para un Zamora CF que sigue con su progresión y que empieza a mostrar u color verde esperanza que permite a la afición confiar en el objetivo final. El Lealtad, un rival de la zona baja, era la primera final para el Zamora CF, obligado a ganar tras tres derrotas consecutivas en su feudo, algo que llevaba a la afición a ponerse nerviosa.
Los rojiblancos, que empezaron ligeramente nerviosos, cometiendo algunos errores de imprecisión fruto del run-run en grada y plantilla de los precedentes encuentros en casa. Sin embargo, el paso de los minutos le sentaba bien a los rojiblancos, comandados especialmente por los dos mediocentros, muy superiores a sus rivales. Ochoa y Cristian consiguieron primero tener el control del partido, y después generar el suficiente fútbol para que los cuatro de arriba gozaran de ocasiones de gol.
El Zamora empezó a llegar mediada la parte, con Coque y Arkaitz muy abiertos y Sergi Mut rompiendo la defensa en la que se encontraba un ex-rojiblanco como Dani Hedreda. El balón parado de los rojiblancos era otra de las armas de los de Aguirre consiguiendo rematar todas las jugadas, aunque sin fortuna.
Cuando se aproximaba el descanso, Coque cogió la bola en la banda, amagó con una doble croqueta al lateral y se fue por dentro hasta que llegó la ayuda del central y soltó un punterón que acabó en gol. Una genialidad del ex fabril que le dio una inyección de moral a los rojiblancos.
En el segundo tiempo, tras unos minutos de dominio alterno, el Zamora buscó matar el partido y gozó de ocasiones suficientes para haber dejado sentenciado el encuentro, pero la imprecisión dejó el partid en una serie de ocasiones de peligro que acababan en nada.
Aguirre movió ficha por partida doble, una de ellas obligada por la lesión de Alberto Prada tras recibir una patada en el abductor. Aarón y Rodri entraron por el berciano y por Mut, y el cuadro zamorano se lanzó con mas ímpetu a por el segundo tanto que llegaría a balón parado con un soberbio cabezazo de Carlos de la Nava que hacía imposible la estirada del cancerbero astur.
En los minutos finales, con oportunidad para que llegara el tercero, el Lealtad apretó para intentar reducir diferencias y entre tanto dio entrada a un Sergio Villanueva que se llevó la mayor ovación de la tarde y que dejó detales de esa calidad con la que encandiló en tantas tardes al Ruta de la Plata.