El miedo a perder lleva a Marino y Zamora a firmar un 0-0

La buena primera mitad de los rojiblancos, que dominaron el encuentro y tuvieron dos ocasiones claras para adelantarse en el marcador, dejó paso a una segunda parte en la que los de Aguirre velaron armas y acabaron pidiendo la hora ante un Marino que no confió en ganar hasta los minutos finales.

Zamora y Marino suman un punto que no acaba de convencer a ninguno pero que le sirve a ambos para no descolgarse en la tabla y seguir a tiro de los rivales directos por la salvación. Los rojiblancos, que repitieron alineación, salieron mas convencidos en ir a por el partido, pero el paso de los minutos les llevó a acabar en su área pidiendo la hora ante un Marino que empujó en los últimos diez minutos y a punto estuvo de encontrar premio con un mal despeje de Mateos que dio en el larguero de Cantero.

La primera parte tuvo claro color rojiblanco, con mucho dominio de balón en campo asturiano, pero sin llegar a crear excesivas ocasiones para encontrar un premio que estuvo a punto de llegar en una jugada a balón parado que le cayó a Coque, pero que no pudo dirigir a portería. El Marino, que intentaba salir rápidamente a la contra se topaba una y otra vez con un seguro Kurbus, que gana enteros cada semana. Al filo del descanso llegó la más clara del partido cuando Mut disparaba y su golpeo rozaba en Boris y el balón salía repelido al larguero cuando Rafa Ponzo estaba vencido.

Con el buen sabor de boca de la primera mitad, los rojiblancos cedieron algo más el balón a los asturianos que crecieron y comenzaron a empujar a los de Aguirre a su campo. El cansancio por un piso mojado debido a la lluvia caída durante gran parte del encuentro, hizo que los rojiblancos se resguardaran cerca de Cantero para no conceder ocasiones claras de gol y con ese miedo a perder acabaron casi colgados del larguero en el tramo final.

Las contras de los cuatro ofensivos rojiblancos cada vez eran menos abundantes y por eso Aguirre introdujo a Gavilán y Aarón para intentar pescar algún balón y llevarse los tres puntos. Sin embargo, el Marino, que había estado agazapado todo el partido, intentando que los rojiblancos no perforaran su meta, se dieron cuenta de que podían llevarse el encuentro y apretaron en el tramo final pero tampoco encontraron recompensa.

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