El Zamora se hunde en el fango

El Zamora CF sigue su descenso imparable hacia el abismo al volver a caer por 1-0 tras un error clamoroso de Miguel en un cabezazo manso que se le escapó entre las piernas. El terreno de juego condicionó el partido desde el inicio y el colegiado anuló un gol legal a Carlos de la Nava que habría puesto a los rojiblancos por delante.

La suerte es ese componente que en ocasiones a un equipo le da la espalda. Suele suceder siempre que, esos equipos pasan por dificultades, como si la penuria llamara a la mala suerte. La suerte, sirve para explicar pequeñas acciones, momentos puntuales, cosas que no son capaces de ser interpretadas por jugadores, técnicos y quienes tenemos que escribir sobre ello. Pero para nada más.

Al Zamora le faltó suerte, sí, pero también le faltaron otras muchas cosas para llevarse los tres puntos de Villaviciosa. Le faltó la suerte de haberse encontrado un terreno de juego en mejores condiciones, uno en el que, quizá, jugando al fútbol, los hombres de Aguirre hubieran mostrado una imagen parecida a la del encuentro de ida. Sin embargo el mal tiempo había hecho del terreno de juego un campo en el que era complicado rasear el balón y tras diez minutos de adaptación, ambos equipos tuvieron claro a lo que debían jugar. Los rojiblancos lo hicieron bien en el primer tiempo pero acabaron sin ideas claras en un segundo tiempo que fue mejor para los asturianos.

Al Zamora le faltó suerte con el colegiado, que anuló de forma injustificable un gol de Carlos de la Nava que habría puesto el 0-1 para los rojiblancos. Un gol que vino en los mejores minutos del cuadro zamorano, después de que los asturianos salvaran bajo palos un cabezazo de Garretas. Pero, además de suerte, le faltó generar más ocasiones claras. Sergi Mut anotó el otro gol de la tarde, aunque en fuera de juego, y el cancerbero asturiano paró un buen lanzamiento de los zamoranos, pero aparte de eso, poco en el barro de Villaviciosa.

Al Zamora le faltó suerte en el gol, en un fallo infantil de Miguel que esperó que el balón botara y se le escapó entre las piernas. Un error que condenó a los rojiblancos. Le faltó suerte, sí, per también le faltó no haber concedido tantas ocasiones en el inicio del segundo tiempo porque el gol pudo llegar en un balón que sacó Carrillo tirándose al suelo o en un error de Dani Mateos que acabó salvando Garretas.

Al Zamora le faltó lo que tenía en noviembre y diciembre y lo mismo que le lleva faltando en 2015. Le faltó suerte, sí, pero le faltó mucho más.

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