En un acto cargado de solemnidad y profundo respeto, la ciudadanía de Zamora se congregó esta mañana frente a la Subdelegación del Gobierno para condenar el asesinato machista ocurrido ayer en Valladolid. La concentración, convocada a las 12 del mediodía, reunió a representantes de todas las administraciones públicas, agentes sociales, organizaciones políticas y ciudadanos en general, quienes se unieron en un silencio conmovedor para manifestar su rechazo a la violencia de género.
Durante el acto y desde la unidad de violencia de género, presidido por la secretaria general y subdelegada accidental, Carmen Lucila Fernández. La declaración institucional ha sido realizada por la jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer, Marisa Manso.
"Buenos días y muchas gracias por atender en estos terribles momentos. Va a ser mañana un mes en el que nos concentrábamos aquí por el asesinato el 14 y el 15 de julio de cinco mujeres. El 2 de agosto fueron otras dos mujeres asesinadas y hoy tristemente tenemos que condenar el asesinato de una mujer de Valladolid. Por primera vez en este año nos toca a Castilla y León, pero como todos sabemos y todas sabemos esto no es una cuestión de edad, no es una cuestión de clases, no es una cuestión de territorios. Por lo tanto, condenamos, como no podría ser de otra manera, igualmente el asesinato machista de esta mujer vallisoletana.
Como comentaba en su momento en las declaraciones que hizo el subdelegado ese 15 de julio, es un problema grave y es un problema grave al que todos tenemos que hacer frente. Como él también manifestaba, es un problema que no es compatible con esta sociedad avanzada y, por lo tanto, debemos seguir siempre sumando esfuerzos entre todas las administraciones públicas, entre todos los agentes sociales, toda la ciudadanía, los medios de comunicación, por supuesto, para hacer eco constantemente de estos asesinatos y para seguir concienciando en esa línea preventiva para que no vuelvan a acometerse. Si es posible, que no tengamos que volver a concentrarnos para condenar y manifestar nuestra máxima repulsa por todo tipo de violencia y, concretamente, por esta que es su máxima expresión, que es el asesinato.
Son 1.273 víctimas las que llevamos ya desde que se registran los asesinatos. Este año sumamos ya 29 víctimas, siendo la primera en Castilla y León este año, en Valladolid. Y tristemente, también debemos recordar esos nueve asesinatos de niños. Por ello, debemos seguir luchando entre todas las administraciones públicas, como lo vienen haciendo conjuntamente, en esa lucha permanente y diaria que tienen las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el seguimiento permanente de las víctimas. Ya sabemos que en esta ocasión era una víctima en la que no había denuncias previas, una víctima joven, pero como digo, no es una cuestión de edades, da igual que tenga 49 años o que tenga más o menos años, no es una cuestión de edad. Por lo tanto, sigamos sumando esfuerzos para acabar y erradicar la violencia machista."
El asesinato en Valladolid ha vuelto a poner en evidencia la brutalidad de una lacra social que sigue cobrando vidas y destruyendo familias en toda España. La concentración de hoy fue una muestra de solidaridad y apoyo hacia las víctimas y sus familias, así como un firme recordatorio de la necesidad urgente de erradicar la violencia machista.
La plaza frente a la Subdelegación se llenó de personas de diferentes ámbitos: agentes sociales, políticos, comerciantes, militares y ciudadanos comunes, todos unidos en un mismo sentir. El silencio, interrumpido solo por el sonido del viento, fue un gesto elocuente de duelo y rechazo, reflejando el dolor compartido por la pérdida y la indignación ante una tragedia que nunca debería ocurrir.
El acto culminó con un aplauso contenido, una señal de respeto y un llamado a la acción para que se continúe trabajando desde todas las esferas de la sociedad para erradicar la violencia de género. La concentración de hoy en Zamora fue más que una manifestación; fue un recordatorio de que la lucha contra esta violencia nos compete a todos, y de que el silencio, aunque poderoso, debe ser acompañado por acciones decididas para proteger y defender la vida de quienes son víctimas de esta cruel realidad.
La comunidad zamorana, al igual que tantas otras en España, reafirma así su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres y la lucha incansable por una sociedad libre de violencia de género.