El homenaje organizado por la AEMET a través de su Delegación Territorial en Castilla y León, tuvo lugar en Zamora, donde se presentó una placa en la casa natal de Francisco Morán Samaniego, ubicada en la calle San Torcuato número 25. Este acto fue un reconocimiento a la figura del destacado meteorólogo y científico, fallecido en 1984, por su trascendental contribución al desarrollo de la meteorología en España.
Francisco Morán Samaniego, nacido en Zamora el 22 de septiembre de 1901, fue un pionero en la meteorología española. Licenciado en Ciencias Físicas y primer catedrático de Física del Aire de la Universidad de Madrid, Morán desempeñó un papel fundamental en el Servicio Meteorológico del Estado, donde realizó importantes investigaciones y desarrolló una obra que transformó la meteorología en una disciplina científica de gran relevancia. Su obra más destacada, 'Apuntes de Termodinámica de la Atmósfera', publicada en 1944, sigue siendo una referencia en el ámbito académico por su rigor científico y su enfoque pedagógico.

El legado de Francisco Morán fue resaltado durante el acto, en el que se destacó su capacidad para extraer conocimiento meteorológico más allá de los límites de percepción humana. Su interpretación física sobre la Vorticidad Potencial de Ertel y sus trabajos sobre la termodinámica atmosférica marcaron un hito en la ciencia meteorológica española. Gracias a su labor, la meteorología en España adquirió una sólida base científica, consolidándose como una disciplina de gran importancia.
Durante el homenaje, también se recordó la figura de Mariano Medina, uno de los discípulos más conocidos de Morán, quien fue el "hombre del tiempo" en la televisión española y un referente para varias generaciones. La influencia de Morán en la meteorología contemporánea fue evidente en las palabras de los asistentes, que subrayaron su impacto en el campo y su legado como referente académico.

El hijo del homenajeado, Juan Antonio Morán Cabrero, expresó su satisfacción y agradecimiento por el reconocimiento a su padre. "Estamos muy contentos, muy satisfechos y muy honrados", comentó durante el acto, señalando además su vinculación personal con Zamora, donde vivió brevemente en su infancia.
Por último, explicó que, aunque nunca le preguntaron directamente, su padre comenzó a trabajar en el Servicio Meteorológico en Madrid y rápidamente se especializó en Alemania. Fue este interés y pasión por el campo el que le permitió desarrollar su carrera y convertirse en uno de los grandes referentes científicos de la meteorología en España.