El grupo municipal Zamora Sí, a través de su portavoz Eloy Tomé, ha mostrado su preocupación por el cierre al tráfico bajo el Arco de Doña Urraca, una medida que se había planteado de manera provisional durante las obras en la zona. Tras reunirse con vecinos y comerciantes de la calle Costanilla, Tomé trasladó sus inquietudes en la Comisión Informativa de Seguridad Ciudadana.
El grupo municipal preguntó si el cierre era realmente temporal o si había intención de mantenerlo de forma permanente. La respuesta del equipo de gobierno fue que el cierre sigue siendo provisional, pero “con vocación de permanencia”, lo que para Zamora Sí evidencia una falta de participación ciudadana. “El equipo de gobierno ya ha tomado posición sin escuchar a residentes ni negocios, sin audiencia pública y sin evaluar el impacto real en el día a día de los afectados”, señaló Tomé.
Los vecinos y comerciantes afectados han trasladado que los recorridos alternativos, como acceder por Cuesta de San Martín, calle Las Damas o rodeos por otras vías cercanas, alargan los desplazamientos y presentan riesgos de seguridad, al pasar por calles estrechas y colegios con alta afluencia de padres y estudiantes. “Resulta contradictorio justificar el cierre por seguridad cuando la alternativa genera igualmente riesgos”, subraya Tomé.
Además, Zamora Sí destaca que calles como Costanilla albergan personas mayores y viviendas que requieren acceso ágil, así como locales comerciales y servicios esenciales, incluyendo emergencias que utilizan vehículos de dimensiones similares a turismos, para los cuales el Arco de Doña Urraca constituye la vía más directa hacia la Plaza Mayor y zonas adyacentes.
Frente a esto, el grupo municipal propone la instalación de un pivote retráctil o sistema automatizado, similar al que ya funciona en cascos históricos de ciudades como Toledo. Según Tomé, esta solución permitiría proteger el patrimonio, garantizar el acceso a residentes y emergencias y reducir el tráfico innecesario, sin perjudicar la movilidad ni la seguridad de la zona. La concejala Rocío Ferrero coincidió, destacando que se trata de una propuesta razonable, funcional y contrastada, que no requiere inventar nada nuevo, sino aplicar soluciones ya probadas con sentido común.
Zamora Sí advierte que cualquier decisión sobre el cierre debe basarse en diálogo, planificación y participación ciudadana, y confía en que la reunión prevista mañana entre concejales del gobierno y vecinos sirva para buscar un equilibrio entre conservación del patrimonio y movilidad urbana.