El Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León ha celebrado este sábado 10 de mayo en La Alhóndiga de Zamora su Asamblea General Ordinaria, un acto que este año ha tenido un valor especial al realizarse por primera vez en la provincia. La cita, enmarcada también en la festividad de su patrón, Juan Huarte de San Juan, ha reunido a profesionales del sector.
Durante la jornada se repasó la actividad del año anterior, el balance económico y las propuestas del colectivo para el futuro. Además, se entregaron insignias a los colegiados que han cumplido 25 y 35 años de trayectoria profesional.
“Estamos muy contentos porque cada vez hay más participación en estos actos”, destacó David Cortejoso, decano del Colegio Autonómico. El presidente valoró positivamente el paso de llevar la celebración a Zamora, una provincia que, según reconoció, ha tenido históricamente menos presencia en este tipo de encuentros. “La intención es acercar estos eventos a las provincias más pequeñas como Ávila, Segovia, Soria o Palencia. El Colegio es autonómico y debe estar presente en todo el territorio”, subrayó.
Cortejoso puso también el foco en la situación de la psicología en la provincia y reconoció que Zamora ha tenido hasta ahora dificultades para cubrir con suficiente personal algunos servicios, especialmente en los convenios de atención a víctimas de violencia de género que el Colegio mantiene con la Junta. “Tenemos atención 24 horas al día, 365 días al año, en sede policial y judicial. En Zamora teníamos cierta debilidad, pero la estamos resolviendo”, explicó. Según avanzó, varios profesionales zamoranos se están formando estos días en Valladolid para reforzar el servicio a partir de junio.
El decano celebró el buen momento que atraviesa la psicología en general. “Ahora mismo estamos de moda. La pandemia visibilizó la necesidad de nuestro trabajo y eso ha abierto muchas puertas”, señaló. Aun así, insistió en que es necesario seguir luchando por una mayor presencia en servicios públicos y por el reconocimiento institucional. “Queremos que nos escuchen y que nos incluyan en más ámbitos. Hay todavía espacios donde no hemos llegado”.
La jornada concluyó con un encuentro distendido entre los colegiados, que compartieron experiencias y reflexiones sobre su trabajo diario. “Además de los reconocimientos, esto también es una excusa para vernos, reírnos, hablar de lo nuestro y disfrutar un poco del fin de semana de la psicología”, resumió Cortejoso.