Zamora se posiciona como el punto estratégico clave para la futura conexión de alta velocidad entre España y Portugal. La provincia, que ya cuenta con la estación de AVE más cercana a la frontera lusa, podría ser el eje del tren que uniría Oporto con Madrid y París. Esta propuesta ha sido presentada por la Asociación 'Vale d’Ouro' ante el ministro de Infraestructuras de Portugal, Pedro Nuno Santos, y el coordinador del Plano Ferroviario Nacional, Federico Francisco, quienes estudian la posibilidad de conectar Oporto con Madrid a través de una línea que llegaría hasta Braganza y atravesaría la región de Tras-os-Montes.
El trayecto propuesto plantea dos posibles rutas: una que enlazaría a la altura de Otero de Bodas, situada a 65 kilómetros de Zamora, y otra que se adentraría directamente en la capital zamorana tras pasar por Miranda do Douro, con un recorrido de 90,5 kilómetros de nueva vía. Esta última opción no solo beneficiaría la conexión con Madrid, reduciendo el tiempo de viaje a unas cuatro horas y 15 minutos, sino que también facilitaría la salida del tren hacia Francia sin necesidad de pasar por Madrid, gracias al by-pass de Olmedo.
El proyecto plantea ventajas no solo para la conectividad con la capital española, sino también para el desarrollo económico y social de la región trasmontana de Portugal, que quedaría mejor comunicada. La estación en Vimioso, por ejemplo, estaría a solo 13,5 kilómetros de Alcañices, lo que significaría que los habitantes de esta zona podrían llegar en apenas 15 minutos en coche a una estación de alta velocidad.
Sin embargo, este ambicioso plan enfrenta obstáculos a corto plazo. Las conexiones ferroviarias actuales entre España y Portugal, a través de Galicia, Salamanca y Extremadura, ya están en desarrollo bajo acuerdos entre ADIF e Infraestructuras de Portugal (IP), lo que complica la financiación de nuevos trazados. A pesar de los retos, la opción zamorana se presenta como una alternativa más rápida y eficiente para los intereses portugueses y su conexión con Europa.
Con un coste estimado de 3.770 millones de euros, incluyendo los 400 millones necesarios para el tramo español, este proyecto podría cambiar el panorama ferroviario de la Península Ibérica, consolidando a Zamora como una pieza fundamental en la futura red de alta velocidad entre ambos países.
