Zamora ya siente la Semana Santa a uno y otro lado del Duero. Pinilla ha revivido este martes la tradicional procesión de la Virgen de la Esperanza adelantándose nueve días al calendario oficial en el que sus escolares disfrutarán de unas merecidas vacaciones.
Porque será entonces, el Jueves Santo, cuando las damas inunden con sus peinetas, abrigos negros y tulipas, el Convento de las Dueñas para recoger a la Esperanza en su camino hacia la Catedral. También los cofrades, ataviados con sus llamativos trajes de raso blanco y capa verde sondeando al aire del paso por el Puente de Piedra y la larga pero siempre vistosa cuesta de Balborraz.
Por el momento, los más pequeños del colegio Santísima Trinidad han sido los que han tomado el testigo con la imagen del Nazareno de San Frontis y la Virgen a cuestas en un formato mini que ha permitido que los propios escolares hicieran las veces de cargadores. Con la banda sonora de la mano de varios músicos de la Banca Maestro Nacor Blanco, las mini damas, mini cofrades y hasta un mini Barandales han desfilados por las calles del barrio ante la mirada de padres, familiares y vecinos que han acudido a la llamada de tan peculiar procesión.
Un pequeño ensayo que les pone ya en antecedentes de lo que a buen seguro algunos vivirán en los próximos días.
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