La plantilla mantiene un 12% menos de efectivos de los que le corresponden por población.
Lo que unos ganan otros lo pierden, como es el caso en materia policial, dado que para cubrir los efectivos en otras ciudades, más conflictivas se restan efectivos de Zamora, donde el número de profesionales de la policía nacional, prestando servicio se encuentra por debajo del ratio que según población legalmente le corresponde.
La falta de agentes en la ciudad debe ser suplida con la profesionalidad y aumento de horas a realizar por el resto de la plantilla para evitar que llegue a producirse alguna carencia en materia de seguridad. Si bien es comprensible que se produzcan por cuestiones de traslados, bajas prolongadas y jubilaciones se produzcan vacantes, estas deben de ser cubiertas en un plazo mínimo, para evitar que las acumulaciones de plazas sin cubrir provoquen insuficiencias graves en la plantilla disponible.
Cubrir las veinte plazas vacantes además de suponer la prestación de un servicio más eficiente mejorando la seguridad de la ciudad, lleva asociado un impacto económico local, con dos decenas d e familias que generan riqueza en Zamora.
